dilluns, 23 de novembre del 2015

DEBATE EDUCATIVO

¿Deben o no desaparecer los deberes?

Los españoles destinan 6 horas a realizar las tareas el doble que los finlandeses o  coreanos que son los que mayores índices en las evaluaciones PISA.

Tenemos el horario lectivo mas largo de Europa. Tenemos la media mas alta en realizar deberes fuera del horario escolar. Tenemos uno de los índices PISA mas bajos de Europa. Algo estamos haciendo mal.

La Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) con el argumento de que esa carga extra-escolar "ayuda a crear el hábito de trabajo, de orden y superación, estimula el aprendizaje, la responsabilidad y el dominio de destrezas (razonamiento, memoria, responsabilidad...)". La mayoría de profesionales educativos también opinan como la CONCAPA, pero por otro lado también concluyen que se debe hacer una reducción, selección y racionalización de los deberes que los alumnos tienen que desarrollar en casa.

Los niños y adolescentes una vez llegan a casa no tienen tiempo apenas para realizar actividad física y deporte. Llegan a casa cansados después de una larga jornada lectiva, a continuación deben realizar los deberes asignados en sus clases. A posteriori acuden a un repaso para reforzar los contenidos aprendidos en clase y muchos de ellos mas tarde acuden a otro repaso mas específico para la formación en lenguas como en ingles, alemán o chino.

Esta carga educativa tan grande en sus horas libres extra escolares supone un handicap para la realización de actividad física. Si a la vez de ser un país donde la educación física posee un déficit de horas lectivas y cuando acaban estas horas lectivas tampoco pueden practicar actividad física, ¿donde vamos a parar?


28 comentaris:

  1. La utilidad de los deberes es una temática bastante discutida en el ámbito educativo. En este sentido, veo interesante el trabajo final de grado presentado por Iñaki de Toro titulado “Deberes de cantidad vs deberes de calidad” (De-Toro-Armendáriz, 2015). Una de las conclusiones de este estudio indica que los deberes son necesarios para afianzar los conceptos trabajados en clase y que, además, unido a esto va la creación de hábitos de estudio y la formación de personas responsables y autónomas. Sin embargo, como reflejan sus entrevistas, a pesar de que cada docente es consciente de su utilidad, en la práctica, su uso no es el correcto. Por el contrario, la perspectiva de los padres exige “una programación de los deberes de mayor calidad y de menor cantidad, que permita dedicar a los niños más tiempo al ocio y a las relaciones familiares, sin que mengue su aprendizaje”.
    Por otro lado, algo que yo creía firmemente y que este estudio constata, es que la cantidad de horas extraescolares que los alumnos dedican al estudio indican un déficit de coordinación interdisciplinar.
    En relación a la actividad física, la actual situación de las horas extraescolares dedicadas al estudio puede suponer una barrera. Sin embargo, si los profesores y maestros realizan un esfuerzo por coordinarse y los padres ayudan a organizar las actividades extraescolares de sus hijos, no solamente priorizando en lo que ellos consideren importante, sino atendiendo a los intereses de sus hijos, creo que habrían estudiantes más motivados, más autónomos, físicamente más activos y, por ende, menos sedentarios.
    Finalmente, me gustaría plantear la siguiente cuestión: ¿Es necesaria una reforma del sistema educativo para repercutir en la calidad de los deberes?

    De-Toro-Armendáriz, I. (2015). Deberes de calidad vs deberes de cantidad. Enlace: http://reunir.unir.net/handle/123456789/2589


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  2. En mi opinión, considero excesiva la cantidad de deberes que los niños y no tan niños, llevan cada día a su casa. A pesar de haber estado toda la jornada dando clase y de haber sometido a los alumnos a un gran esfuerzo mental, los profesores no libran a estos de actividades extra que tendrán que realizar en casa. Bien es cierto que con esto se consigue afianzar, reforzar y potenciar los conocimientos vistos ese día en clase, pero también es verdad que después de estar todo el día en el colegio, los alumnos se merecen cierto descanso, el cual podrán destinar a realizar actividades físicas extra escolares, que también son esenciales para su desarrollo, y que en muchas ocasiones serán mucho más provechosas e importantes que ciertas tareas lectivas.
    Considero que con esto no siempre se consigue una mejora en los conocimientos que tengan los alumnos, sino que se puede llegar a conseguir todo lo contrario. Esto es, que se agobien, se cansen y acaben odiando la asignatura, haciéndolo extensible a todas las demás, y contribuyendo muchas veces al abandono escolar.
    No por mandar más deberes vamos a conseguir tener gente más formada, como lo demuestra el informe PISA. Todos los profesores deberían plantearse sacarle más provecho a las clases, y evitar así que los alumnos tengan tanto trabajo extra.

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  3. Com a entrenador d’un equip de futbol sala de categoria aleví, és a dir, xiquets de cinquè i sisè de primària, he de dir que es tracta d’un tema que he escoltat comentar a molts pares al llarg del que portem de temporada. De fet, dels 13 xiquets que tinc a l’equip, hi ha dos que tenen una assistència als entrenaments menor del 75%, degut als deures de classe, segons em comenten els respectius pares. Diuen que en moltes ocasions els posen de 2 a 3 hores diàries de feina extraescolar. Posant d’exemple a ú d’ells i un dels dies que entrenem, l’horari que té seria el següent: acaba a les 17.00h de classe, posteriorment té música des de les 17.30h fins les 19.00h i l’entrenament de futbol sala de 20.00h a 21.30h. Aleshores eixe dia sols té 1h disponible per fer feina, comptant que després ha de sopar i tot. Per tant, si es tracta d’un dia que té 2-3 hores de deures, estaríem parlant que vindria a acabar-los a les 01.00h, la qual cosa és irracional per a aquestes edats.

    Lògicament, entenc que aquest xiquet falle a molts entrenaments i, per tant, no el castigue deixant-lo amb menys minuts per partit. Si el castigara, estaria provocant que aquest xiquet abandonara aquest esport o que fracassara en escola per culpa d’assistir als entrenaments. Per tant, pense que és una aberració que xiquets tan xicotets i no tan xicotets tinguen tanta feina extraescolar, ja que açò està provocant que molts d’ells no s’apunten a activitats extraescolars (esportives, d’oci, etc.). I pense que açò és una gran error, ja que en moltes d’aquestes activitats s’aprenen aspectes educatius que a cap altre lloc es poden aprendre (interaccions socials, valors morals, etc.). Si l’educació s’entén com un procés de desenvolupament integral de la persona, què millor que compaginar l’escola amb activitats extraescolars?

    En conclusió pense que són moltes les activitats extraescolars que tenen un gran potencial d’aprenentatge i de desenvolupament de diferents tipus d’intel•ligència. Per, tant, opine que molts professors haurien de reconsiderar la quantitat de deures que posen als seus alumnes.

    Ja per finalitzar el meu comentari, adjunte dos links de dos articles periodístics referents a aquest tema:

    http://elpais.com/elpais/2015/09/26/opinion/1443292909_719875.html

    http://www.lavanguardia.com/vida/20151004/54437012659/batalla-deberes.html

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  4. En relació al següent post, desconeixia que Espanya estava al capdavant de la quantitat d'hores a l'horari lectiu. Açò em fa pensar que alguna cosa no funciona. És evident que crec que quan aprens alguna cosa a l'escola, si la reforces, sempre la tindràs més i millor adquirida. Però, és normal la quantitat de deures que tenen els xiquets per a casa? Sóc mestre d'anglés i moltes vegades els xiquets no asisteixen a les meues classes degut a que no disposen del temps suficient per a acabar els deures o les tasques que els mestres o professors els han manat.
    En la meua opinió, hauria d'haver una reducció important de la quantitat de deure per a casa ja que pense que hauria de ser un procés qualitatiu envés de quantitatiu. No vol dir que quan més deure tenen els xiquets més van a aprendre. Crec que s'hauria de donar altre temps per a que puguen jugar, relacionar-se i disfrutar ja que en estes situacions és on la majoria de vegades aprenen coses de la vida real.
    En definitiva crec en una reducció notable de la quantitat de deure, però no en una desaparició total, ja que això seria una desició massa extrema.

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  5. Creo que los deberes no deberían desaparecer, ya que muchas veces cuando los alumnos están en casa realizándolos, es cuando repasan y refuerzan los contenidos trabajados en clase.

    Aunque pienso que la carga debe disminuir, ya que muchos profesores mandan muchas tareas de deberes y con que manden las justas para hacer un pequeño repaso creo que sobraría, ya que se deben de concienciar de los alumnos aparte de su asignatura tienen bastantes más y si todos los profesores mandan tareas diarias, no tendrán tiempo para realizar nada más.

    Pienso que la mejor solución, es que los profesores se reunieran e hicieran una pequeña programación de las diferentes tareas que mandarían a los alumnos para lograr la consolidación de aprendizajes, es muy difícil de poner en práctica, pero sería muy útil para los alumnos tener las tareas organizadas durante el curso y así podrían aprovechar mejor el tiempo libre y poder dedicarlo a la práctica de actividad física.

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  6. Actualmente España sobresale de entre los países integrantes de la OCDE como uno de los países líderes en cuanto a horas de trabajo extra o deberes que se mandan a los alumnos. Llegamos a alcanzar incluso las 6’5 horas de trabajo dedicados a la tarea de los deberes muy por encima de los 4’9 que se vienen imponiendo en los demás países integrantes de la misma.

    Si en España ya somos uno de los países con la edad de escolarización más temprana, también destacamos por ser uno de los países con más horas lectivas durante el curso y además destacamos, también, por la carga lectiva de nuestros deberes es que realmente algo estamos haciendo de manera incorrecta.

    Cierto es el hecho demostrado que aquellos alumnos que más deberes realizan, sacan mayor resultado en las pruebas del informe PISA, pero, es cierto también, y es un hecho demostrado según varias publicaciones que he podido consultar, que a partir de cierto punto de carga lectiva de deberes, exceso de esta, estos se vuelven contraproducentes. Un número excesivo de horas de trabajo extra puede saturar a nuestro alumnado y conllevar a unos peores resultados.

    Ante esta situación creo que la postura razonable sería ser conscientes de la edad que tienen nuestros pupilos (sobretodo en el caso de la Educación Primaria) y mandar una carga de tareas acorde a la edad de estos. En el caso de la Ed. Primaria se recomienda que se muevan entorno a los 40 minutos de carga lectiva y en el caso de la E.S.O. que oscile entre 1 hora y 1:15 (aumentará este tiempo en relación al aumento de edad).

    Pero, ¿cómo se puede conseguir esto?, por que todos hemos escuchado alguna vez en boca de nuestros profesores lo de “es que yo tengo que mandar deberes sino no llegamos” o “yo no mando deberes, únicamente debéis acabar lo que no os ha dado tiempo a realizar durante la clase” (que, por cierto, aquí podríamos abrir otro gran debate en torno a aquellos alumnos con un ritmo de trabajo inferior al resto –no menos inteligentes por ello- que tienen una carga de deberes muy superior al resto). Llegados a este punto lo que se debería pretender es la existencia de una coordinación por parte del profesorado en el sentido de enfrentarse a los deberes como si fuese una asignatura más, por ejemplo. Que coordinen esta tarea en el sentido de repartir la faena a lo largo de diferentes días, que las tareas no sean repetitivas, mecánicas e iguales para todos y que se tengan en cuenta las necesidades del alumnado con NEE(aquí el caso de los alumnos/as con menor ritmo de trabajo).

    Por tanto, lo que en mi opinión debería proponerse es el hecho de realizar deberes, eso está claro, pero con cargas adaptadas a las características de nuestro y en una medida razonable a estos, es decir, soy de la opinión de Luis Miguel Lázaro, catedrático de Teoría e Historia de la Educación en la Universidad de Valencia quien opina que “No es perjudicial algún tipo de actividad, pero se ha de establecer un tiempo razonable”.

    http://www.elmundo.es/espana/2015/01/29/54c7df07ca4741d9398b456d.html
    http://politica.elpais.com/politica/2015/05/13/actualidad/1431523305_412764.html

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  7. En mi opinión, los deberes son necesarios para reforzar los conocimientos trabajados en clase y para crear un hábito de estudio en casa; en muchas ocasiones este hábito no existe. Quizás sí que es verdad que los alumnos se llevan gran cantidad de deberes a casa y esto les quita tiempo libre para hacer deporte o simplemente para desconectar un poco de la escuela.
    Una posible solución podría ser recortar la jornada lectiva para que los alumnos tengan tiempo de realizar sus deberes en casa y además que los realicen con éxito, que muchas veces son deficientes. Pienso que si las clases fueran más prácticas en la mitad de tiempo aprenderíamos más. Incluso los deberes se podrían mandar para antes de realizar la sesión (leer artículos relacionados con lo que vamos a trabajar, recortes de prensa…) y para después de la sesión (reforzar lo visto en clase). De esta manera evitaríamos que el profesor se limite a leer el PowerPoint, ya que me lo he leído en casa, y que haga las clases más prácticas y donde interactúen todos.

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  8. Para no repetir mucho lo que han dicho ya mis compañeros, creo entender que hay que ir al fondo de la cuestión. Todos los profesores creen cuando plantean sus clases que es la única asignatura que tienen sus alumnos y que, claro, deben hacer todo lo que se les pida para adquirir los conocimientos de su materia y esto es un gravísimo error, ya que si sumamos la carga de todos los profesores que piensan así nos encontramos ante esta situación incontrolada de deberes. Sin embargo, esto creo que puede tener una solución.
    Siempre he apostado porque la escuela debe cambiar la perspectiva hacia un enfoque multidisciplinar donde el conocimiento no se presente fraccionado en materias y que se presente todo desde la globalidad porque es lo más cercano a la realidad fuera de la escuela. Pues bien, creo que si este enfoque se diera los deberes también podrian disminuir, (y aunque no se dé también es posible) porque no es lo mismo que pidas un dibujo en plástica, tareas sobre las semejanzas y diferencias entre un pueblo y una ciudad, y que en inglés de hagan hablar de los comparativos, que pedir un dibujo de un pueblo y una ciudad y que expliquen en inglés por escrito y hablado las diferencias entre un pueblo y una ciudad.
    Creo que tan sólo depende de la coordinación interdepartamental para que se puedan dar este tipo de actividades que pueden ser más enriquecedoras para los alumnos, y que reduzcan su tiempo de trabajo porque se condensa, pero que a la vez aumenta su valor cualitativo.

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  9. Este es un tema complejo y que está de actualidad. Es cierto que en España los niños tienen una jornada educativa muy larga y que luego encima se les pide que en casa sigan trabajando.
    En mi opinión, la jornada lectiva podría reducirse, ya que en muchos países es más corta y los resultados académicos obtenidos por esos países son muy buenos. Los contenidos que se enseñan deberían ser mucho más funcionales y prácticos, de forma que los niños pudieran utilizarlos en la vida real y al hacerlo estarían reforzando lo aprendido en clase indirectamente. Sería como hacer deberes sin esfuerzo alguno.
    En todo caso, pienso que los deberes sí que pueden ser necesarios en determinadas situaciones. Por ejemplo en algunas asignaturas para poner en práctica lo que hemos visto en clase. No obstante, coincido con Jordi cuando dice que los profesores creen que la única asignatura que los alumnos tienen es la suya, y en cambio deberían empatizar con el alumno para darse cuenta de que con tal acumulación de deberes lo único que consiguen es que los alumnos no puedan realizar toda la cantidad de deberes que se les pide, y por tanto se produce una diferencia entre los alumnos que sí que han podido realizarlos y los que no.
    Además, tanta exigencia de actividades, trabajos y deberes que la mayoría de veces no sirven de nada estoy convencido de que ayudan a incrementar el absentismo escolar, ya que los alumnos pierden la motivación y lo ven todo como una obligación que nunca acaba. Solo tienen ganas de acabar las clases para que les dejen tranquilos los profesores. Y cuando por fin lo consiguen… Deberes de verano. Es normal que La mayoría de alumnos no quieran ir a clase.
    Está claro que los deberes contribuyen a generar en los alumnos hábitos de esfuerzo y de trabajo, pero hasta un cierto punto, porque cuando nos pasamos de rosca pasan a contribuir a todo lo contrario. Yo no quitaría los deberes porque en determinadas ocasiones pueden ser útiles. Pero lo que sí que haría sería eliminar los contenidos de relleno (que son muchos) de las asignaturas, haría todos los contenidos más prácticos y funcionales y, en cuanto a los deberes, los reduciría hasta que estuvieran solo los verdaderamente necesarios y de forma que fueran divertidos para los alumnos. No es lo mismo leer “Los pilares de la tierra” que leer “La isla del tesoro”. No es lo mismo estar dos horas analizando oraciones que preparar una exposición del tema que el alumno prefiera, de modo que pueda mejorar en su habilidad de buscar información, comunicarse y expresarse ante un grupo de personas mientras estoy también aprendiendo a controlar las nuevas tecnologías y a realizar una exposición, y todo eso disfrutando porque el niño está realizando una tarea relacionada directamente con algo que le gusta.
    Debemos cambiar el enfoque de nuestro sistema educativo en general y por ello, también el de los deberes, buscando que sean más cortos y más útiles, intentando que el alumno disfrute haciéndolos y además que aprenda cosas que le sirvan en su vida, es decir, que sean más funcionales.

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  10. Obviamente, como todos, pienso que es excesiva la cantidad de deberes o ejercicios que los maestros mandan a sus discentes. Yo personalmente trabajo dando repaso a niños y niñas de primaria con dificultades de aprendizaje, y es casi imposible acabar los deberes en un espacio de tiempo recomendado (alrededor de los 40 minutos, como bien ha comentado mi compañero Sergio Porcar).

    Además, sería conveniente que los ejercicios los realizaran en clase, se supone que el maestro los debe guiar hacia las soluciones y ayudarlos a superar sus dificultades. ¿De verdad piensan los docentes, que los alumnos realizan los ejercicios ellos solos, sin ayuda?

    Por otro lado, si se cambia el planteamiento, creo que podría disminuir el tiempo que los niños y niñas dedican fuera de la escuela a realizar sus tareas. Si en el aula se realizan los ejercicios, y en casa trabajan leyendo los contenidos futuros que van a estudiar, creo que puede aumentar el rendimiento académico. Ya que en clase el profesor puede repasar los contenidos y realizar los ejercicios oportunos para que sus discentes consoliden y aprendan significativamente los contenidos a aprender.

    Por otro lado, y para finalizar, me gustaría realizar una crítica a aquellos docentes que piensan que es necesario realizar todos los ejercicios de los libros de texto (material más utilizado en clase) para que sus alumnos y alumnas consigan entender y aprender los contenidos que se están estudiando. Además, muchos docentes piensan que los estudiantes solo tienen que aprender su materia, con lo que no piensan que los demás docentes también les van a mandar tareas. Algunos de los alumnos a los que les doy repaso me comentan que sus maestros dicen que les mandan solo 4, o 5 ejercicios de su materia. Pero si sumamos los de las 6 materias que tienen al día, ¿cuántos ejercicios tienen que hacer diáriamente? Entre 25 y 30 ejercicios al día, ¿es posible realizarlos en el tiempo recomendado? La respuesta es bastante obvia.

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  11. El tema de los deberes en el contexto de la escuela, instituto, etc., es un tema que genera, ha generado y generará infinidad de debates al respecto; por mi parte, seguramente que si me hubieran preguntado (igual lo hicieron) cuando era niño, hubiera pedido a gritos la supresión de los deberes o por lo menos de tanta cantidad y de tantas asignaturas.

    Hoy en día mi visión no cambia mucho respecto a la de hace unos años, puesto que por mi parte no soy partidario de suprimir los deberes, ya que como han comentado mis compañeros y como personalmente pienso, son un repaso a lo que se ha hecho en clase, pero si vería factible una reducción de la cantidad de los mismos, ya que en ocasiones asignatura por asignatura suponen una gran carga para el alumno.

    Es por ello, que los profesores deberían coordinarse para de algún modo llegar a un acuerdo sobre la cantidad de deberes que deben mandar a sus alumnos, ya que algunos piensan que solo existe su asignatura en el curso y mandan una cantidad enorme, lo que les ocupa a los alumnos mucho tiempo fuera del colegio, sumado al poco que les queda de por sí si éstos acuden a alguna actividad extraescolar.

    Finalmente, desde mi opinión los deberes son totalmente necesarios para poder repasar todo lo que se ha aprendido y ejercitado en clase, pero una gran cantidad de los mismos puede provocar incluso rechazo por parte de los alumnos al hacerlos, por lo que una cantidad más reducida podría conseguir resultados más eficaces en el proceso de aprendizaje de los alumnos.

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  12. Tal y como afirman muchos expertos, los conocimientos que los alumnos reciben en la clase han de repasarse posteriormente para conseguir interiorizarlos y los deberes pueden ser una forma de conseguirlo ya que obliga a los niños a utilizar lo aprendido en clase para resolver ciertas tareas.
    Pero el problema llega cuando cada profesor de cada asignatura manda sus deberes sin tener en cuenta el tiempo que se tardan en realizar, ni los deberes de los demás profesores, ni las actividades extra escolares que realizan los alumnos. Parece existir entre los profesores una preocupación única por su asignatura que la convierte personalmente en la mejor y más importante, y no están dispuestos a ceder.
    La función de los deberes es ayudar a comprender e interiorizar los conceptos de clase, pero cuando lo que consigue es abrumar tanto al alumno que no tiene tiempo de disfrutar su tiempo libre puede causar un efecto contrario al esperado, como esta ocurriendo.
    Personalmente opino que si una jornada laboral es de 8h como máximo, un escolar no debería dedicar más tiempo entre la escuela y los deberes que un adulto trabajando, y si nos ponemos a sumar las cuentas dan miedo.
    Parece que no sea extraño ver que mandan tantos deberes pues todos nosotros lo hemos vivido y nos puede parecer "normal" pero opino que una redistribución de los contenidos y los deberes de forma que los alumnos tengan tiempo de disfrutar provocaría menos rechazo a realizar estas tareas y con un poco de suerte, una actitud más positiva lo que repercutiría en la asimilación de los contenidos.
    Tal y como demuestran los datos de las evaluaciones PISA, tener el horario lectivo más largo de Europa y abrumar a los alumnos con deberes no parece mejorar el resultado a nivel europeo, que se mantiene de los más bajos. Vale la pena replantearse muchos aspectos en la educación de nuestro país si queremos dejar de aparecer en las colas de las clasificaciones europeas.

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  13. Si teniendo una carga lectiva y una carga de deberes fuera del horario escolar más alta tenemos los indicies más bajos en PISA, deberíamos cuestionarnos qué es lo que hace que esa relación no sea positiva.

    No obstante, ante la pregunta “¿Deben o no desaparecer los deberes?” no creo que deban desaparecer. Deberíamos estudiar por qué un aumento de los deberes no contribuye a una mejora en el rendimiento. Puede que sea mejor dar menos trabajo pero de una mayor calidad, o quizás el error está en el aprendizaje de los alumnos durante el horario lectivo.

    Además, la propuesta de mi compañera Mayte Pérez en su comentario sobre que los profesores se reúnan y programen juntos las diferentes tareas que mandan a los alumnos, es una buena idea para que los alumnos no tengan algunas semanas abarrotadas de trabajo extraescolar y la carga esté mejor repartida.

    Que no tengan tiempo para la educación física sería una consecuencia de ésto, pero a su vez es una especie de bucle, ya que la práctica de Educación Física mejora el rendimiento académico.
    ¿Quién sabe? Quizás más horas de Educación Física mejoren indirectamente el informe PISA.

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  14. La educación física posee un déficit de horas lectivas y cuando acaban estas horas lectivas tampoco pueden practicar actividad física, ¿donde vamos a parar?
    -extraído directamente del post-

    Pues bien, si a eso le sumamos que debido a la carga de deberes los niños no realizan actividad física y debido a la sociedad en la que estamos, una sociedad basada en las nuevas tecnología y que nos impide de alguna manera ser como antes.

    Las nuevas tecnologías también impiden que hagamos actividad física porque nos quitan muchas horas, ya que pasamos cantidad de horas frente a la pantalla.

    Estudios nos indican que España tiene uno de los mayores índices de obesidad infantil, algo falla y hay algo que estaremos de acuerdo en todo esto. Esos índices no vienen solos, y al cúmulo de todos estos aspectos, nos hemos ganado con creces estar en lo más alto en obesidad.

    Volviendo al tema que nos interesa, que es la excesiva carga de deberes. Haré otro pequeño comentario en base a lo comentado por Vicent Úbeda, en los que muchos padres comentan que sus hijos tienen demasiados deberes. Sin irme mucho del tema, ya que esto sería otra noticia, pero que incide en el tema de los deberes, comentar que muchos padres se ofuscan en el rendimiento de su hijo/a y los machacan a horas extraescolares (música, ingles, etc.) La cuestión es que habría que preguntarles a esos niños si por sus necesidades y sí realmente están a gusto con lo que hacen. Algunos de ellos te puede decir que echa de menos salir con sus amigos al parque a jugar.

    Por lo tanto, creo que tanto padres y escuela/profesores no van unidos de la mano y siguen direcciones opuestas en algunos casos.

    Cierto es que, si sumamos la carga de deberes más la carga de horas extraescolares, el niño dormirá plácidamente al cansancio acumulado.

    Yo creo que la cuestión va más allá de estar a favor o en contra de los deberes. Va dirigido a una cuestión más bien organizativa y de necesidades de los alumnos. ¿Por qué todos los niños tienen los mismos deberes?, buscando las mismas respuestas y que todas las respuestas coincidan en todos los alumnados.

    ¿No pueden tener deberes diferentes y que se complementen?

    Tal vez debido a las características de algún alumno, sí que requiere esa cantidad de deberes, otro tal vez, requiera menos o incluso otro tipo de actividades/deberes que fomente otras cosas. Se trata de buscar las fortalezas de cada alumno y de fortalecer las debilidades que tengan.

    No considero que todos sean iguales y por tanto todos deban hacer los mismos ejercicios y las mismas respuestas.

    De ahí puede partir el problema.

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  15. La realidad es que los más pequeños tienen una cantidad de deberes a veces excesiva. Nosotros hemos vivido esta situación en el instituto e incluso en la universidad y sabemos perfectamente lo que representa en la rutina diaria. Creo que la cantidad de deberes se podría reducir y traducirse en deberes de calidad, como comenta Fran en su comentario. También creo que es necesaria una coordinación entre los diferentes profesores a la hora de mandar deberes. Hay veces que muchos docentes no tienen en consideración las otras asignaturas y mandan deberes sin tener en cuenta los mandados por los otros profesores. Creo que sí que hay que mandar deberes, ya que estoy a favor de que realizar tareas diarias en casa, crea un hábito de estudio muy útil e importante. Lo dicho, hay que mandar deberes pero de calidad y no cantidad.

    Ahora voy a abordar el problema que plantea el post entorno al tiempo libre disponible para realizar actividad física y que los niños se centran en realizar otras actividades extraescolares. He encontrado un artículo reciente bastante curioso. En éste, se relaciona el tiempo libre invertido de forma sedentaria con el rendimiento académico de alumnos de 12 años (Esteban-Cornejo et al., 2015). Está publicado en la revista Preventive Medicine que forma parte del quartil uno de la Web of Science, es decir, el conjunto de revistas de mayor impacto de la base de datos. Tras realizar el estudio, se dividió la muestra en 5 grupos de perfiles según sus hábitos sedentarios:

    1. Personas que navegan por internet, escuchan música y hablan por teléfono en el tiempo libre.
    2. Personas que ven la tele sin hacer nada.
    3. Personas que juegan a videojuegos.
    4. Personas que leen por diversión y tienen hobbies cognitivos.
    5. Personas que están sentadas sin hacer nada y suelen moverse con transporte a motor.

    Los resultados del artículo son los siguientes: El grupo 1 y el grupo 2 realizan tareas en su tiempo libre que tienen una relación negativa con el rendimiento académico. En los alumnos del grupo 3 y 5, no existe una relación significativa con ningún indicador académico, ni positiva ni negativa. Por último, los alumnos del grupo 4, han presentado una relación significativamente positiva entre sus actividades en el tiempo libre y el rendimiento académico (Esteban-Cornejo et al., 2015).

    He citado el artículo de Esteban-Cornejo et al. (2015) porque creo que es importante plantearnos si realmente los niños tienen tiempo o no de hacer actividad física. Desde mi experiencia he visto que si es posible. Es más, entrenar me ha provocado que tuviera que planificarme mejor y tener los días ordenados para tener tiempo para todo.

    Referencias:

    Esteban-Cornejo, I., Martinez-Gomez, D., Sallis, J. F., Cabanas-Sánchez, V., Fernández-Santos, J., Castro-Piñero, J., & Veiga, O. L. (2015). Objectively measured and self-reported leisure-time sedentary behavior and academic performance in youth: The UP&DOWN Study. Preventive Medicine, 77, 106–111. http://doi.org/10.1016/j.ypmed.2015.05.013

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  16. Estic d’acord amb tu Sara quan dius que la càrrega de deures que duen els alumnes a casa és molt gran i que seria millor una coordinació des del centre i des dels professors per a dur a terme més qualitat als deures que quantitat.

    Personalment estic a favor de que els alumnes tinguen deures per a casa, però amb la seua justa mesura. És necessari que una volta acaben la seua jornada lectiva REPASEN allò que han fet a classe per a saber, si d’una manera individual i sense una ajuda externa (que en teoria deuria de ser així) serien capaços de recordar i resoldre els problemes que se’ls plantejen.

    Però este circ... està mal muntat, i el per què és molt senzill:

    Resulta que es manen deures a casa per a corroborar el que abans he dit (que sàpiguen resoldre els problemes per ells mateixos quan estan a soles), i al dia següent quan apleguen a classe es corregeixen, i tant si has encertat com si has fallat es passa al següent contingut. NO, disculpa senyor professor, sí no han sabut resoldre els problemes per ells mateixos és perquè alguna cosa ha anat malament, cal trobar-la i rectificar-la.

    Per altra banda, el que una càrrega de deures alta fa que els alumnes no puguen realitzar activitat física sona més a excusa que a veritat, doncs jo he fet futbol i música tota la vida i podia fer els deures que em manaven, això sí, tenia una ORGANITZACIÓ de les coses BRUTAL, i amb açò vull dir que n’hi ha temps per a tot sempre i quan es faja una rutina de tasques que el propi alumne puga fer, i que duga sempre a terme.

    Canviant de tema i centrant-me a l’informe PISA, crec que deuria de ser el que menys ens preocupara, hauríem de estar més pendents de la salut (estudis cardíacs, d’obesitat, qualitat de vida...) que de competir contra altres països per a veure quin és el més potent, perquè al cap i a la fi una població sana és una població formada amb valors i amb eixos valors, una educació potent.

    Concloc el comentari dient, com els meus companys, que sí que són necessaris els deures una volta acaben les classes però en la seua justa mesura i sempre i quan, al dia següent a classe, n’hi haja una seria revisió de si els conceptes han quedat clars i de no ser així tornar a repassar-los.

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  17. Considero que actualmente se utiliza una mala metodología en el proceso de enseñanza-aprendizaje y esto se reafirma en los resultados que aparecen en los índices PISA. No es lógico que España sea el país con mayor horario lectivo y, también, con la media más alta en realizar deberes fuera del horario escolar y se obtengan resultados muy bajos. No cabe duda que algún procedimiento se está llevando mal.

    ¿Es posible que la educación no sea de calidad? ¿Es posible que la gran cantidad de deberes desmotive al alumnado?

    Creo que existen muchas posibles preguntas que uno mismo se puede hacer sobre esta problemática que actualmente ocurre en nuestro país. Personalmente, opino que la falta de calidad proviene de los cambios continuos en las leyes de educación por los diferentes gobiernos, ello produce desmotivación en el docente. Creo que deberíamos tomar ejemplo de otros países en los que los distintos partidos consensan un pacto común, así no varían las leyes educativas dependiendo del partido político que presida.

    En mi opinión falta eficiencia. No deben desaparecer los deberes, se deben fraccionar y el docente debe aprovechar más las clases. Es importante que el alumnado utilice una parte de su tiempo libre para repasar y afianzar los conocimientos. No menos relevante es el tiempo dedicado a actividades lúdicas, entre ellas debería figurar siempre el ejercicio físico puesto que proporciona salud física y mental, y crea un hábito para la edad adulta.

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  18. Cuando el artículo hace referencia en su introducción a que sin duda, algo estamos haciendo mal…
    Ha hecho que me venga a la cabeza una charla de tecnología que se nos impartió en secundaria.
    Se nos dijo, que en una fábrica, en la hay 2 empleados, sería muy fácil multiplicar la producción aumentando el número de empleados.
    Se nos mostraba una gráfica en la que veíamos como a medida que aumentaba la mano de obra, la producción avanzaba vertiginosamente de la mano de esta.
    Hasta que ya no.
    Llegaba un punto en que la independientemente del número de trabajadores que metieses en la fábrica, la producción se había estancado para siempre.
    Creo que es lo que está pasando ahora mismo en las aulas.
    No con mala intención. Pero si estoy de acuerdo en que un exceso de actividades puede colapsar la iniciativa, la participación y el interés de un alumno.

    Como bien he leído en un comentario de una de mis compañeras.
    Una buena solución sería tratar de estipular una cantidad óptima en cuanto a la cantidad de materia por realizar estipulada por todo el profesorado, para así, evitar los atascos y aglomeraciones. De esta forma si todos los profesores son conscientes de las tareas extraescolares marcadas por sus compañeros docentes podrán estipular mejor cuando evitar que sus alumnos se relajen y cuando ayudar a optimizar el aprendizaje.

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  19. Para empezar, buscando información acerca de esta cuestión he encontrado un sencillo e interesante reportaje de Canal Sur Televisión acerca los deberes escolares y su repercusión en el alumnado y sus familias. En este reportaje participan profesores de Foro por Otra Escuela y representantes de asociaciones padres y madres como Alumnado por la Educación Pública CODAPA o la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA).

    En este vídeo se explica, en primer lugar, que en nuestro país se les exige a los profesores impartir una gran cantidad de contenidos, muchas veces acotados por los libros de texto. Esto lleva a que terminen “alargando la jornada lectiva” fuera de clase a través de unos deberes con los que los alumnos deben asimilar contenidos que muchas veces no llegan a asimilar en el aula. De esta manera, estamos escolarizando a los niños fuera de clase, reduciendo así sus horas de tiempo libre.

    En segundo lugar, estos deberes son muchas veces asumidos por los alumnos como un castigo y les provoca un gran rechazo, lo cual imposibilita el “aprendizaje significativo” del alumnado, que parte de la motivación intrínseca y del gusto por aprender.

    En tercer lugar, los padres muchas veces tienen que hacerse cargo de orientar, apoyar o incluso realizar los deberes de sus hijos, ya que éstos disponen de muy poco tiempo y muchas veces no son lo suficientemente autónomos o no han llegado a comprender el contenido impartido en clase.

    Y por último, una de las mayores revelaciones de este reportaje es el enorme impacto familiar que tienen los deberes. Según varios estudios y testimonios de profesionales de la educación, el exceso de deberes termina siendo una causa de estrés familiar, distorsiona la vida en el hogar e incluso deteriora las relaciones familiares.

    Para finalizar me gustaría decir que estoy completamente de acuerdo con mis compañeros en que debemos reducir la carga de deberes y buscar unas tareas realmente interesantes para el alumnado. Para ello, si nos centramos en las etapas de secundaria, una de las iniciativas más interesantes sería una buena coordinación entre docentes para no sobrecargar al alumnado con un excesivo volumen de trabajo y limitarnos a pedirles tareas que consideremos esenciales en su aprendizaje, y que estimulen su autonomía y sentido crítico.



    Fuente

    Los deberes escolares. Nicolás de Alba. Publicado el 5 de diciembre de 2014. Disponible en la URL:
    https://www.youtube.com/watch?v=OnZaO2HfiOU

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  20. Luis Doménech Montesinos2 de maig del 2016, a les 17:52

    Totalmente de acuerdo con mis compañeros en cuanto a que mayoritariamente la carga de deberes es excesiva, que debería disminuir la cantidad y aumentar la calidad y que los profesores del centro, de manera interdisciplinar, tienen que coordinarse para controlar estas cargas.

    En resumidas cuentas estamos hablando de un problema, que desde mi punto de vista está generado por los padres y por los profesores.

    Hablo de los padres porque muchos de ellos, debido a su falta de formación, creen que cuanto más azúcar más dulce y si ven que su hijo no está machacándose desde pequeño piensan que es un gandul. También existen padres que consideran buenos profesores a aquellos que saturan de trabajo a sus hijos y malos a los que no lo hacen por pensar que les consienten demasiado. Esto último se da sobre todo en los centros privados y concertados en los que los padres tienen cierta fuerza para tomar decisiones en el centro.

    Por otro lado están los profesores. Estos no tienen estipulado por ley tener que planificar una cantidad determinada de deberes para casa, por lo que tienen total libertad a la hora de mandarlos o no. Entonces, ¿Por qué lo hacen? Los motivos pueden ser muy dispersos pero alguno de ellos puede ser que sean mayores y no se hayan ido reciclando o que quieran abarcar demasiados contenidos. Además de esto hay que sumar que, como se ha indicado anterior cuando he hablado de los padres, en los centros privados o concertados, a veces, tienen la necesidad de mandar deberes para casa y así que los padres puedan tener un mayor seguimiento académico de sus hijos. En este caso, los profesores se ven obligados por su empresa.

    En conclusión diré que nosotros como futuros profesores somos los encargados de cambiar esta situación. Como he leído, todos tenemos más o menos la misma opinión sobre el tema por lo que el futuro es esperanzador.

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  21. Salvador Viñoles Ferri4 de maig del 2016, a les 11:58

    És una queixa molt habitual en pares amb xiquets a partir de sis anys. La quantitat de deures que els professors els envien a casa. Xiquets amb set anys que, després d'acabar una jornada que va començar, en el millor dels casos, abans de les 8 del matí, es prolonga amb més treball intel·lectual a partir de les sis de la vesprada. Quines conseqüències té per als xiquets fer deures?¿Es bo o és dolent? Aporta quelcom beneficiós per a la seua educació? I per a la seua salut?
    El sistema educatiu espanyol, ara com ara, té unes nefastes notes si ens comparem amb la resta dels països europeus. Segons els informes PISA, ens col·loquem sempre en els últims posats pel tant quelcom està fallant. Però, què o els que fallen? els professors?, els alumnes?, el sistema educatiu mal enfocat? Alguns sistemes educatius no inclouen l'obligació de la tasca una vegada que els xiquets ixen per la porta del col·legi en direcció a sa casa. No almenys durant els primers anys escolars, és a dir, Primària. I estos sistemes educatius, el finlandès per exemple, se situen al capdavant de bons resultats.
    Per tant, crec que els alumnes fora de l’horari escolar no haurien de tindre tant de deure, i destinar aquest temps a activitats extraescolars per a que s’obliden un poc de l’escola i milloren la seua creativitat així com la interacció amb altres nens i altre entorn.

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  22. L'autor ha eliminat aquest comentari.

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  23. Os adjunto un video muy interesante sobre el tema. Este video está lanzado por change.org por Eva Bailen en la campaña “Por la racionalización de los deberes en el sistema educativo español” y nos hace reflexionar sobre este problema.

    Eva sostiene que "Hay quien no tiene sensibilidad sobre este tema porque piensa que los padres están intentando sobreproteger a sus hijos y dicen eso de luego tenéis 'ninis'. No se dan cuenta de que el problema es todo lo contrario: jornadas tan largas desde pequeños que cuando llegan a la adolescencia están hartos de deberes y del sistema educativo", esta afirmación me parece muy adecuada puesto que aunque haya muchos padres que sí que son conscientes del problema, los hay muchos también que no se dan cuenta del grave problema que puede producir tanto estrés con tantos deberes.

    Sin más, os adjunto el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=sCsTirDBv7Y

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  24. En mi opinión, los deberes son positivos para los alumnos, siempre y cuando sean en una medida adecuada y coherente, teniendo en cuenta las actividades extraescolares y otras clases fuera de los centros educativos a las que seguramente nuestros alumnos asistirán.

    Los deberes no siempre pueden resultar efectivos, ya que en exceso, pueden suponer una carga para nuestros discentes que ocasione problemas de horarios, descanso, perdidas de interés y motivación hacia la materia, etc.

    Únicamente deberíamos poner deberes, en mi opinión, en los temas y aspectos que consideramos que no han quedado claros o que necesitan cierta incidencia y trabajo en horas no lectivas para afianzar conceptos por su complejidad.

    La práctica que muchos profesores realizan de mandar deberes todos los días, independientemente de la complejidad y nivel de aprendizaje de los alumnos respecto al tema, resulta excesiva e incomprensible si se tienen en cuenta las actividades que los niños hacen en su día a día, imposibilitando que en muchas ocasiones tengan tiempo para algo muy importante en estas etapas de la infancia: jugar, actividad mediante la cual también se aprenden aspectos muy importantes para el desarrollo y educación de nuestros discentes y actividad de la cual no les podemos prescindir.

    Considero que el tiempo que los niños dedican a jugar con otros compañeros y amigos resulta muy constructivo y educador, mediante actividades socializadores donde el alumno se relaciona y aprende inconscientemente valores, comportamientos, consecuencias de sus actos y muchísimos aspectos de un enorme valor para su correcto desarrollo.

    En conclusión, como he señalado anteriormente, los deberes deberían servir como método para afianzar aprendizajes a los que no se han llegado en las horas lectivas escolares y cuando estemos tratando conceptos y contenidos de una mayor complejidad, haciendo que se lleve a cabo un afianzamiento de los mismos y posibilitando un aprendizaje más seguro, teniendo en cuenta el tiempo de ocio que los niños deben dedicar diariamente y las posibles actividades extraescolares que seguramente la mayoría tienen.

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  25. L'autor ha eliminat aquest comentari.

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  26. Coincido con la opinión de mis compañeros en que el mayor problema es que los profesores no se coordinan a la hora de mandar los deberes, con lo que en determinadas ocasiones la carga lectiva de los mismos es muy grande, cuando en otras ocasiones es muy baja.

    En ningún caso los eliminaría por completo ya que son una herramienta no sólo útil a la hora de repasar los conceptos vistos en clase sino como responsabilidad que ha de llevarse a cabo, una herramienta de control y de autoaprendizaje que el alumno tiene.

    Uno de los mayores problemas de los deberes es que en ocasiones pueden crear frustración. Esta frustración puede derivar de que el profesor no le de tiempo a explicar determinados temas y quieran que el alumno lo aprenda por el mismo. Puede ser también que el alumno, aún habiéndose explicado el contenido en clase no lo comprenda. Llegado este punto, encontramos uno de los hechos que forman parte de la desigualdad que se produce en la escuela por motivos económicos: El hecho de que algunos alumnos puedan permitirse acudir a clases particulares y otros no, llevando los primeros la tarea terminada a clase, es un punto en contra de aquellos alumnos que no pueden permitirse estas clases o que no tienen unos padres que puedan ayudarles con la tarea durante la tarde (Por tiempo o desconocimiento).

    Con esto último quiero concluir que a la hora de poner parte de la calificación en base a si se traen los deberes y trabajos a clase correctamente hechos, hay que tener muy en cuenta los casos individuales de cada alumno y la intención y esfuerzo a la hora de hacerlos más que el resultado.

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  27. La meua opinió ve a coincidir en molts dels comentaris que he llegit dels meus companys, la carrega lectiva en horari extra escolar deuria de reduir-se de manera significativa, sobre tot deuria de millorar la coordinació inter-departamental a l´hora de manar deures per a casa.

    A més d´açò m´agradaria centrar-me en la nostra assignatura, on els deures estan tan poc presents. Crec que la posició de l´Educació Física es adequada respecte a este aspecte, donat que jo també crec que els alumnes ja tenen una jornada lectiva suficientment amplia com per a que els carreguem de 2-3 hores de deures al dia, però al mateix temps pense: Amb l’absència de deures per part dels professors/es d´Educació Física podem estar davant d´un dels aspectes que fan que la nostra assignatura siga vista per la resta de la comunitat educativa com una assignatura menor?

    Planteje aquesta pregunta donat que jo soc un dels que pensa que la nostra assignatura de menor no te res, per tant, la seqüencia lògica sería que si es com la resta, deuríem de manar deures si ho veiem necessari, però a la vegada, crec que es deu de mantenir la independència procedimental de cada assignatura, fent cada ú el que crega necessari.

    A la volta crec que pot ser eixa falta de deures, o manera diferent de veure la nostra assignatura, siga una de les claus per les quals els alumnes tenen en tan bona estima aquesta mateixa, aleshores, hauríem de posar en una balança els aspectes positius i negatius relatius als deures en l´Educació Física. Que hi penseu?

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  28. Este es un tema que está muy presente en los alumnos y también en sus padres. Hoy en día se pone de manifiesto este debate sobre la idoneidad o no de seguir con los deberes tras las clases lectivas, o por otra parte, eliminarlos.
    En mi opinión, la asimilación de los contenidos que se imparten durante la etapa escolar, así como su dominio, llevan una inversión de tiempo. En algunos casos, debido a la capacidad individual, esa inversión de tiempo es mayor o menor. Entiendo que los deberes tienen como objetivo reforzar los contenidos que se han trabajado en el aula, pero también entiendo que a unas personas les cueste más consolidar esos conocimientos que a otros.
    Yo quiero hablar en otros términos. Prefiero discriminar los conceptos en trabajo en el centro y trabajo autónomo. Para asimilar y consolidar unos conocimientos es necesario una dedicación, pero ¿cuánta? ¿la misma para todos? ¿todos tendrán la misma consolidaciónd de las ideas?¿unos lo dominarán más que otros con una misma cantidad de dedicación? En mi opinión diría que la carga necesaria de trabajo se debería regular, pero no eliminar la parte de trabajo autónomo ya que además de incidir en los conocimientos, y como dice el post, “ayuda a crear el hábito de trabajo, de orden y superación, estimula el aprendizaje, la responsabilidad y el dominio de destrezas (razonamiento, memoria, responsabilidad...)”.
    Creo que el problema es la organización del tiempo. Tengo claro que nuestro horario habitual no ayuda para nada a regular la carga lectiva. Pienso que se podría organizar mejor esa carga en el centro para que repercutiera de manera positiva en la facilitación del trabajo autónomo. Si se optimizara más el tiempo se que se emplea en cubrir los horarios lectivos que solemos tener podríamos tener tiempo suficiente para organizar el trabajo autónomo.
    Si se hicieran jornadas intensivas, con los respectivos descansos que correspondieran para garantizar unas condiciones de aprendizaje óptimas, aunque las jornadas empezaran antes y terminaran un poco después, o incluso se tuvieran que recortar un poco los horarios semanalmente, los alumnos dispondrían de suficiente tiempo en su día a día para organizarse el trabajo autónomo y regulárselo según sus necesidades.
    Por otra parte, en nuestra cultura, para los padres, el hecho de tener a los hijos amparados en el centro educativo les permite tener una dedicación laboral que les permita asentarse en un trabajo ya que recordemos que la escuela no es sólo u centro educativo sino también un sitio donde están los niños a buen recaudo fuera de los brazos de las familias.

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