diumenge, 15 de novembre del 2015

Panfleto antipedagógico

“Tenemos que educar a nuestros alumnos para que vivan en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados. Y esto no porque nuestro mundo sea un lugar desquiciado y competitivo, sino porque es absolutamente legítimo que quien contrata los servicios de un profesional lo haga buscando resultados correctos."

Estas palabras son sacadas del artículo “Panfleto antipedagógico”, escrito por Ricardo Moreno Castillo, en el que se hace una crítica, muy extensa, al sistema educativo actual y al tipo de metodología que se defiende en la película documental "La educación prohibida". Si bien Moreno no hace referencia a este vídeo en su artículo (mayormente porque el estreno del documental es posterior) claramente se puede extrapolar esta idea de contraposición.


En este artículo se defiende la idea de que "el oficio de profesor no consiste en ser simpático a los alumnos", los profesores tienen que buscar maneras de que las clases sean amena, pero no es su trabajo tener que motivar a los alumnos, ya que algunas cosas se tienen que estudiar porque lo dice el profesor de la misma manera que "hay medicamentos que se tienen que tomar porque lo dice el médico". Esto le hará comprender al alumno que el trabajo hay que realizarlo bien, se esté o no motivado, ya que el día de mañana, cuando tengan un oficio, tendrán que saber desarrollarlo a la perfección sea cual sea su estado de ánimo o sus ganas: no sería lógico que un médico no quisiese operar a un paciente porque "no, es que hoy no me siento motivado". 



"Hacerles creer que el trabajo es un juego es tan grave como hablarles de la cigüeña cuando preguntan de dónde vienen los niños."

Otro de los aspectos en los que se centra este artículo es en el nivel de exigencia de los centros educativos. Indica que, constantemente, se está hablando de este tema, y cada vez que se propone un aumento de nivel, salta alguien diciendo que eso incrementaría la desigualdad, ya que no tendrían las mismas ventajas los alumnos que viven en un entorno culto, a los que no. Moreno se opone categóricamente a esta idea, argumentando que bajando el nivel de estudios se perjudica a todo el mundo, sobre todo, a los menos favorecidos, ya que lo que no aprendan en la escuela no lo aprenderán en ningún lado, mientras que los privilegiados sabrán más cosas porque tienen mayor información en casa.

"¿Qué significa eso de que los alumnos deben aprender por sí mismos y participar en los procesos de aprendizaje? ¿Qué tienen que poner de su parte, atendiendo en clase y haciendo sus tareas escolares? Esto no es ninguna innovación educativa, es cosa de sentido común. ¿Qué tienen que descubrir las cosas por ellos mismos? Esto es un disparate. Un profesor que no desmenuza bien los temas en clase porque el alumno ha de aprender por sí mismo establece una injusta diferencia entre el que puede pagarse una clase particular y el que no."

Durante 50 páginas el autor hace una crítica a temas tan interesantes como la motivación de los alumnos, la enseñanza obligatoria, la igualdad o la enseñanza participativa. Os invito a que lo leáis, ya que de una manera o de otra, no os dejará indiferentes.

24 comentaris:

  1. Según Ricardo Moreno Castillo en la sociedad actual los alumnos están educados en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados, y cuando mejores sean estos resultados, este individuo tendrá más facilidad de que sea contratado en una empresa. Todas estas ideas son redactadas en el "panfleto antipedagógico" de Ricardo Moreno. En él se habla del incorrecto o poco productivo método educativo que hay en nuestra sociedad actual.

    Está claro que hay cosas que se tienen que evaluar de determinada forma y que han de estudiarse de determinada forma simplemente porque el profesor lo dice, pero también es cierto que el docente es el que puede hacer capaz que las cosas que los alumnos han de aprenderse, se las aprendan de la forma menos pesada posible, por ejemplo haciendo práctica de los conceptos teóricos que en clase se dan. Pienso que de esta manera el alumno quizá se sienta poco motivado en la teoría pero que reforzaría estos conocimientos durante los ejemplos prácticos, además de que atraería la atención de todos o muchos de ellos. Desde mi experiencia como alumno las clases prácticas siempre son más aburridas y con mayor facilidad de distracción que las clases prácticas. En estas últimas se prende mucho más y son más entretenidas. El caso es, que el docente tiene que preocuparse de buscar la motivación de aprender en los alumnos, y para ello debe de esforzarse durante sus clases en dar la materia de la forma que resulte menos pesada para los alumnos, y a la vez estos se sientan con predisposición y ganas de estudiar y aprender.

    En cuanto al nivel de exigencia, sí que es cierto y estoy totalmente de acuerdo que en los últimos años ha ido aumentando. Pero me parece que la excusa de que este nivel ha de aumentarse en la escuela para favorecer a los más desfavorecidos no tiene sentido. En este artículo dice que es aumentado porque así estamos favoreciendo a los más desfavorecidos porque lo que no lo aprendan en casa lo aprenden en la escuela. Pues bien, de esta manera los más favorecidos que en casa ya tiene una correcta educación porque vienen de una estructura jerárquica más alta, siempre ganan porque aprenden lo de casa más el nivel que en la misma escuela se exige a los alumnos tanto favorecidos como desfavorecidos. La innovación educativa seria en este caso separar los alumnos y darles un tipo de enseñanza diferenciada por niveles. De esta manera estaríamos creando una igualdad en la educación que podrían recibir los alumnos menos favorecidos. (Por ejemplo aquellos que no pueden recibir clases particulares extraescolares). Y no buscar una innovación donde los alumnos tengan que aprender muchas cosas por si mismos y muchas cosas se den por sabidas, mandando tareas para casa donde muchas veces es el padre o la madre quien tiene que ayudar a resolverlas porque en la escuela no han recibido los conocimientos necesarios para resolverlos por ellos mismos.

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  2. Como nos cuenta Ricardo Moreno Castillo, es verdad que en la sociedad vamos a ser juzgados por una serie de resultados que vienen determinados por nuestro grado de aprendizaje en las diferentes etapas educativas, por ello es necesario que los profesores enseñen aquello que está establecido que tienen que enseñar. Ahora bien la forma de enseñarlo y de ser adquirido y asimilado por los alumnos va a depender de ellos, de los profesores. No se trata de que los alumnos aprendan jugando o o de manera divertida, la educación no es un juego, se trata de hacer interesante lo que los alumnos tienen que aprender y solo los bueno profesores tienen esta capacidad.Desde mi punto de vista tener la oportunidad de saber, de aprender es un privilegio, pero solo somos capaces de verlo como un privilegio cuando la forma en la que lo estamos aprendiendo no nos supone un suplicio. El profesor tiene que ser capaz de transmitir el interés que todo lo que nos cuenta o nos muestra tiene, del valor del aprendizaje y de su utilidad para nuestra vida diaria, solo así los alumnos mostraran el gusto por aprender y por ser enseñados.

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  3. Es bien cierto lo que nos dice Ricardo Moreno que en la vida continuamente estamos siendo evaluados tanto por nosotros mismos como por otras personas a la hora de superar obstáculos y pruebas que nos pone la vida. Éstas pruebas que debemos superar para seguir hacia delante en el camino de nuestra vida dependen de nuestra cualificación y de nuestra habilidad. Nos evaluaran por nuestros resultados.
    Esto es algo que debemos tener claro, ya que es una base de la que debemos partir porque esto es algo que hoy por hoy en nuestra sociedad es así y por ahora no va a cambiar. No obstante, los profesores tenemos que ser capaces de distinguir que toca en cada etapa y que cosas son necesarias y cuáles no en cada etapa de la vida estudiantil de nuestros alumnos.
    Es bien cierto que cuando un médico nos opera queremos que nos opere el mejor posible, y no uno al que se le ha adaptado la carrera según sus condiciones de inteligencia. Siguiendo este razonamiento podríamos decir que la afirmación de que hay que adaptar la educación física a las condiciones de cada alumno podría quedar en ridículo.
    A pesar de ello, opino firmemente que debemos ser capaces de diferenciar las necesidades de cada etapa, ya que creo que a los niños, sobre todo en primaria, sí que se puede adaptar cada materia un poco a las cualidades de cada alumno, con el fin de conseguir que el alumno muestre interés por la materia y, gracias a ese interés y ese gusto que se le puede inculcar por la materia conseguir que los alumnos disfruten con nuestra materia y por tanto puedan prosperar en la asignatura. Considero que se podría adaptar en todas las asignaturas. Con ello estaríamos valorando más el proceso que los resultados, pero estaríamos quizás promoviendo que los resultados a largo plazo sean mejores.
    La idea sería que conforme los alumnos crecen la enseñanza pasara a primar más por los resultados. Esto sería posible porque se llega un punto en el cual los alumnos estudian específicamente lo que les gusta y por ello podríamos pensar que aquello en lo que los alumnos se quieren especializar es aquello que dominan mejor y por lo tanto aquí se podría dar un valor mucho elevado a los resultados, porque son esos resultados los que nos servirán para que nos evalúen en la vida y porque el proceso estará implícito en ese gusto por nuestro campo de dominio (si hago lo que me gusta cuidaré el proceso y mostraré interés por aquello que me gusta).
    Así, conseguiríamos alumnos con mejores resultados, con confianza y motivación por que les salen bien las cosas siempre y cuando muestren interés y hagan lo que se les pide y a la vez adultos especializados con excelentes resultados en sus especialidades.
    Por tanto, debemos hacer que el niño tenga gusto y motivación por aprender y mejorar sus conocimientos y habilidades, para asegurarnos de que en el futuro seguirá en ese camino, en el camino de la formación para así poder lograr los resultados necesarios para triunfar en la vida, superando esas pruebas que la vida nos pone en nuestro camino.
    Y por supuesto que los alumnos deben aprender a pensar y a tomar sus propias decisiones a los problemas que se les van planteando, ya que no podemos pretender decirles siempre lo que tienen que hacer y resolverle los problemas y luego de repente pedirle que resuelva problemas sin haberles enseñado a cómo resolverlos.

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  4. La frase inicial empieza así “Tenemos que educar a nuestros alumnos para que vivan en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados”.

    Creo que en esa frase se está utilizando mal el término educar, donde por lo que transmite el resto del párrafo, más bien deberían emplear la palabra preparar. No obstante, seguiría sin estar de acuerdo aunque se cambiase esa palabra.

    La educación no tiene solo que preparar futuros trabajadores (que parece que para Ricardo Moreno Castillo es el objetivo de la escuela), también tiene que hacer que cada persona crezca lo máximo que pueda y se desarrolle en todos los aspectos posibles.

    Por otro lado, decir que los profesores no tienen por qué motivar a sus alumnos mediante la comparación de que un alumno tiene que estudiar porque lo dice el profesor igual que un enfermo tiene que tomarse medicamentos porque lo dice un médico, no me parece para nada lógico.

    Sobre este Panfleto Antipedagógico se hace referencia en el libro Docentes en Tránsito de Carles Monereo y Manuel Monte, dentro de un apartado llamado “Bibliografía que nos vemos obligados a incluir, pero que no es recomendable para el lector”. En este apartado se indica que en el libro Panfleto Antipedagógico se vierten opiniones infundadas, indocumentadas y acientíficas con el objetivo de hacer propaganda ideológica. También Monereo y Monte (2011) dicen que “No es recomendable, aunque por supuesto, si el lector quiere comprobar y confrontar nuestras opiniones o, simplemente, satisfacer el morbo que, a menudo y por desgracia, impele a los seres humanos a regocijarse con las infamias, despropósitos y barbaridades”.

    Creo que educar a un niño hacia el rendimiento porque cuando trabaje deberá centrarse en éste, nos llevaría a que muchos niños se cansasen antes de la escuela y no tuvieran ningún interés por aprender cosas nuevas. Se conformarían con lo básico, lo fácil, lo que ya han aprendido y aspirarían a un trabajo también fácil. Ellos no se desarrollarían y la sociedad tampoco.

    - Monereo,C y Monte,M. (2011). Docentes en tránsito: Incidentes críticos en Secundaria. Barcelona: Graó.

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  5. Las y los alumnos asisten a la escuela con el fin de formarse para la vida cotidiana que les espera fuera de los muros de ésta. Si es así, debemos prepararlos para lo que les puede suceder en la vida real. En la sociedad actual es cierto que para trabajar necesitas ser el mejor en algo. Es decir, tienes que obtener los mejores resultados si quieres conseguir llegar a algo.

    En cuanto a la actitud del profesor, debe ser este quien haga las clases amenas, y contradiciendo a Moreno, creo que debe ser quien motive o intente motivar al alumnado a aprender, ya que la función del docente es conseguir que el alumnado aprenda los contenidos necesarios para su vida cotidiana. La mejor manera de conseguir esto es intentando que el alumnado este motivado a aprender cualquier cosa, y creo que es tarea del docente. Aún así, el maestro no tiene porqué estar motivado (aunque siendo una profesión tan vocacional, creo que debería estarlo siempre), sino que debe motivar a sus alumnos y alumnas.

    En cuanto al nivel de los centros educativos, creo que sería conveniente adaptarse al nivel de conocimiento que pueden adquirir los alumnos individualmente. Es decir, si un alumno puede aprender más y más y más, ¿por qué no le ofrecemos todo ese conocimiento? Por otro lado, si un alumno llega su límite de aprendizaje (no se si se puede dar), creo que el docente debe ser consciente de este hecho y tenerlo en cuenta. Así pues, conseguiríamos que cada alumno aprendiese todo lo posible.

    En cuanto a la metodología, vuelvo a centrarme en el mismo aspecto. Si queremos preparar a los alumnos y alumnas para la vida cotidiana, deberíamos conseguir que ellos mismos sean quienes solucionen sus conflictos. Así pues, debe ser el docente quién ponga en manifiesto diferentes situaciones problemáticas para los alumnos con la finalidad de que sean éstos quienes resuelvan dichas situaciones.

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  7. Como bien dice Moreno en el artículo, “nunca ha sido el curso más largo, ni han gastado tanto los alumnos en material escolar, ni la administración en mantener a expertos, equipos, gabinetes y psicólogos que asesoren a estudiantes y profesores, y nunca han sido los conocimientos de los primeros tan ridículos ni el desánimo de los segundos tan grande”. Con esta afirmación desde mi punto de vista, es la situación actual que vive la sociedad española, donde el problema no son los recursos económicos o humanos, es la forma en la que los utilizamos. El sistema educativo debe de replantearse su situación, ya que, a más recursos económicos la proporción de mejores resultados educativos no es la adecuada.
    Siguiendo con la crítica que realiza Moreno en su artículo, me gustaría centrarme en lo que él llama “la mentira de la motivación”. Pienso en parte, que puede tener razón, ya que al fin y al cabo, cuando tú tienes tu profesión, sea la que sea, tienes que realizar tu jornada laboral, estés más o menos motivado o tengas más o menos problemas, pero por otra parte, pienso que en las edades de primaria y secundaria, los niños son muy influenciables, y con una dinámica de trabajo motivadora y lúdica, puedes formar hábitos más saludables, ya no solo respecto a su futuro laboral, sino hábitos alimenticios o hábitos deportivos. Por eso, desde mi punto de vista, si los docentes solo nos centramos en el rendimiento, en buscar resultados en nuestros alumnos, descuidaremos aspectos igual de importantes como la cooperación, la iniciativa, la creatividad,etc.

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  8. Amb tots els meus respectes crec que el Sr. Moreno ha tingut una falta de estima a sa casa des de ben menut i per suposat una falta de motivació tremenda al seu col·legi i institut.

    En primer lloc, a la primera frase del text ja deixa clara la clavada de pota que va a fer a la resta: "Tenemos que educar a nuestros alumnos para que vivan en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados.(...) es absolutamente legítimo que quien contrata los servicios de un profesional lo haga buscando resultados correctos."

    Per suposat que al món laboral al final de la correguda et van a avaluar per el resultat, però la qüestió no és tindre un bon resultat i ja està, el que es busca és tindre un bon resultat havent tingut un bon procés d’aprenentatge, ¿no?

    Personalment, i parle des de la meua experiència que això ningú m’ho pot rebatre, puc afirmar que tots aquells professors que m’han educat i format amb un procés d’aprenentatge diferent al de la resta (entenem la resta com aquells professors que apleguen, solten la “xarrà” i se’n van) són aquells professors que més m’han inculcat els valors, els coneixements i els continguts de la matèria, i per suposat, amb els que més he aprés.

    Aquells que solten el seu discurs com si foren el Rei d’Espanya, que ni tan sols et pregunten ni et conviden a debatre les seues afirmacions, són professors per a mi antiquats i amargats que no estan motivats de cara a la seua feina. I això és el normal? Això m’espera quan m’incorpore al món laboral? 40 anys d’amargura any rere any? maldita la gràcia pues...

    Continua dient xorrades com : “no sería lógico que un médico no quisiese operar a un paciente porque no se siente motivado". Però estem bojos o què? Que haurà de veure la feina amb el procés d’aprenentatge? La feina és el que tu has triat perquè es suposa que t’agrada, i que tens una motivació intrínseca i una predisposició que no cal que ningú et done perquè ja la tens dins de tu. Però en el cas de l’estudiant que no vol estudiar què fem?, el que hem de fer és motivar-lo per a que tinga ganes, buscar-li què és el que més li agrada per a que continúe estudiant. Va per favor!! si n’hi ha gent que amb 30 anys encara no té clar que vol ser en la vida (que hui dia és algo normal) què li anem a demanar a estudiantes i estudiants de 12-16 anys?

    En fi, sé que no ha sigut un comentari de molta lluïdesa, però almenys volia deixar constància del meu desacord TOTAL amb el Sr. Moreno i amb els seus pensaments. Crec que la base de l’educació i bàsicament de tot en la vida, és la motivació de cara als nous reptes i al futur que està per vindre, i la nostra feina com a professors és trobar què és el que li motiva al nostre alumnat, i almenys els anys que ha de passar a l’ESO els passe d’una manera on les coses que aprenen no queden en sac buit, sinó que el dia de demà puguen utilitzar eixos coneixements i tinguen una base per la qual comencen a treballar, i el model d’aprenentatge basat en el procés crec que és el més adient per a formar persones i treballadors de cara al futur.

    Diego Espinosa San Isidro.

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  10. (1)
    En primer lugar, agradecer a Beatriz su aportación al blog de la asignatura. De momento, sólo he leído la introducción de “Panfleto Antipedagógico” y los comentarios que han realizado algunos compañeros, pero me parece que es un documento muy interesante que puede dar pie a multitud opiniones.

    En la línea de lo que piensan la mayoría de mis compañeros, estoy convencido de la enorme importancia que tiene la forma de plantear las clases por parte de los profesores. La legislación en materia educativa podrá determinar o limitar en mayor o menor medida el proceso de enseñanza-aprendizaje (sobre lo cual tanto hemos oído hablar), pero al final el último responsable en la realidad educativa de las aulas será el profesor. Por ello, los profesores tienen que poner todo de su parte, no sólo transmitiendo los contenidos de su materia, sino también tratando de “llegar a sus alumnos”, despertando en estos el interés y la motivación necesaria para un aprendizaje significativo. Pero no sólo por y para que los alumnos tengan una educación de calidad, sino porque, de no hacerlo así, ¿qué supone para el docente su trabajo?, ¿es feliz realmente haciendo lo que hace? Cada vez soy más consciente de lo compleja que puede llegar a ser esta profesión, especialmente si un profesor no comprende el verdadero sentido de la educación y el papel que en ella desempeña.

    Por otro lado, me gustaría incidir sobre una frase que escribe Ricardo Moreno en su libro: “El oficio de profesor no consiste en ser simpático a los alumnos". Totalmente de acuerdo con esto. Creo que la autoridad (en un sentido positivo) es un principio fundamental que el profesor ha de preservar desde un principio en la relación con sus alumnos, puesto que será el eje a partir del cual oriente su acción docente sea cual sea el propósito. Sin embargo, no tiene porqué estar reñida con la adopción de metodologías deliberativas de diseño del currículum, aunque sí que debería ser el punto de partida. Sólo si los alumnos respetan a su profesor podrán comprender lo que éste pretende, llevando a la unión y el compromiso mutuo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. A partir de ahí, el profesor podrá ceder progresivamente su protagonismo en favor de una mayor autonomía de sus alumnos.

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  11. (2)
    Sin duda, este es uno de los muchos factores a tener en cuenta desde la óptica del profesor, aunque cabría ubicarse en un contexto más amplio para poder comprender la problemática educativa desde la raíz. El señor Moreno critica fuertemente la reforma educativa actual y aquellos que la han impulsado, consiguiendo “que la cultura de los alumnos baje hasta niveles alarmantes, que la mala educación en la vida cotidiana de los centros suba hasta cotas vergonzosas, y que los profesores estén más hartos, deprimidos y desesperados que nunca”. El problema es que la educación no está avanzando al mismo ritmo que la sociedad española. Y una tendencia bastante generalizada es la respectiva al mayor consentimiento de los padres hacia sus hijos. En palabras de Moreno: “Se argumenta que hoy los hijos lo tienen todo, y por ello no valoran el trabajo que cuestan las cosas. Es posible que esto sea así, pero la prosperidad no ha suprimido la palabra “no” del idioma, de modo que si los hijos lo tienen todo es debido a la desorientación de los padres, que no se han enterado de lo sano que es decir “no” de cuando en cuando”. Como en casa nadie les dice que no, van a la escuela o al instituto y no aceptan que les digan que no. Pero el problema viene cuando el profesor que quiere imponer su autoridad, no se siente respaldado por la administración.

    Estamos ante lo que algunos llaman “crisis de autoridad”, no sólo entre familia y escuela, sino también en muchos otros ámbitos de la sociedad española; lo que dificulta en gran medida la profesión docente en los centros educativos, cuando los alumnos están tomando como principal referente al padre o la madre, quienes no están proporcionando la mejor educación que sus hijos pudieran recibir. Pues bien, ahora más que nunca, los futuros maestros y profesores tenemos la gran responsabilidad de impulsar una educación de calidad, que garantice, en el menor plazo de tiempo, la mejor formación de aquellas personas que algún día serán adultas y tengan que educar a sus propios hijos.

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  12. Como bien dice Ricardo Moreno Castillo, la sociedad en la que vivimos solo busca resultados. Todos los alumnos son evaluados con diversos instrumentos, pero en casi todos los casos escolares la manera más fácil de realizar una evaluación es a través de exámenes teóricos y según mi parecer y mi experiencia para seguir evaluando a los alumnos a través de exámenes no vale la pena, ya que la mayoría de alumnos que tienen un examen, se lo estudian de forma memorística y llega el día del examen lo sueltan todo y al cabo de una semana ya no se acuerdan de nada. Puede que lo que más recuerden sean los conceptos que se han explicado y se hayan puesto en práctica en clase o los que más les hayan gustado.

    Por tanto creo que la tarea de los educadores es a parte de enseñar en las clases, motivaba a los alumnos en los diversos contenidos que deban a prender, ya que si los alumnos no tienen ningún tipo de motivación o no se les muestra un contenido de forma innovadora si ya de primeras no les gusta o no les interesa el tema de nada les servirá darlo, simplemente llegaran al examen dirán todo lo que han estudiado y de verdad el maestro no podrá saber si han adquirido e interiorizado los contenidos.

    Como bien dice Bonetto y Calderón (2014):

    “La motivación es uno de los aspectos esenciales sobre los que recae la atención a la hora de analizar el aprendizaje; pensada ésta desde la perspectiva tanto de docentes que enseñan, como de alumnos que aprenden.”

    Además, Cartagena Beteta (2008), agrega que los estudiantes que están motivados tienen varias razones para estudiar, desarrollar actividades cognitivas y resolver problemas complejos, entre otros, porque disfrutan del trabajo con sus compañeros, porque quieren complacer a sus padres y maestros o porque no quieren fracasar, sino tener éxito.

    No estoy de acuerdo con Ricardo Moreno en que un profesor no deba de ser simpático, ya que muchas veces nos hemos encontrado con profesores que no han sido nada agradables y aunque tuvieran una asignatura interesante, ha dejado de serlo por la actitud que muestran hacia sus alumnos. Creo que llevarse bien con los alumnos y mostrar un poco de interés por ellos, es la clave para motivarlos hacia la asignatura.

    También decir que si estoy de acuerdo con el autor, en que el nivel de exigencia no se debería de bajar, en todo caso debería ir en aumento progresivo, ya que las personas que acaben la ESO y no tengan recursos para seguir estudiando ya no podrán a prender más, pero siempre como he dicho anteriormente utilizando buenas estrategias, metodologías y siempre motivando al alumnado a seguir aprendiendo.

    Bonetto, V. A. & Calderón , L. L.(2014, 28 de febrero). La importancia de atender a la motivación en el aula. PsicoPediaHoy, 16(1). Disponible en:

    http://psicopediahoy.com/importancia-atender-a-la-motivacion-en-aula

    Cartagena Beteta, M. (2008). Relación entre la autoeficacia en el rendimiento escolar y los hábitos de estudio en el rendimiento académico en alumnos de secundaria. Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 6 (003), 59-99. Disponible en:

    http://www.rinace.net/arts/vol6num3/art3.pdf (15/10/2012).

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  13. Para empezar me ha llamado la atención cuando habla de la motivación. Para mí es un punto clave. Si bien es cierto que en la vida laboral, te sientas o no motivado para realizar según qué tareas, deberás hacerlas, en la escuela creo que es clave que el alumno se sienta motivado hacia la materia que imparte el profesor. Además de esto, ¿dónde queda la felicidad? Todos nosotros cuando hacemos algo hacia lo cual sentimos motivación nos realiza como personas, tenemos un sentimiento de satisfacción y de plenitud que nos llena de autoestima, de confianza y de compromiso hacia la tarea en cuestión. Entonces, ¿cómo puede afirmar que la motivación es innecesaria?
    En segundo lugar cuando se habla de subir o bajar el nivel de la enseñanza, yo siempre me planteo una pregunta que va a colación de lo anterior. Si se parte de unos contenidos estándar, ¿acaso el buen docente no va a atenderlas necesidades especiales de aquellos que no alcanzan o no se sienten motivados?, ¿acaso si un alumn@ necesita y se siente atraído y motivado por la materia para aprender más, vamos a coartarle? Entonces, ¿porque no se aplica un principio del entrenamiento deportivo como es el principio de individualización?
    Por último, quiero hablar del último punto. La participación discente es necesaria. Tajante y rotundo. Si siempre hacen lo que el profesor tiene en la cabeza, nunca sabremos que tienen ellos en la suya, y esto es un déficit. El fomento de la creatividad, de la reflexión crítica y del proceso de pensamiento divergente son herramientas que nos permiten solucionar gran cantidad de problemas de la vida cotidiana. Además, si lo que se pretende buscar con estos modelos pedagógicos son profesionales cualificados, ¿qué mejor cualificación tendrá un profesional que la de resolver problemas, ser reflexivo, aportar ideas nuevas y mejorar lo que ya es bueno?
    Muchas preguntas y pocas respuestas, pero creo que mi posicionamiento acerca de estos tres postulados ha quedado claro.

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  14. Personalmente pienso que la motivación es imprescindible en la vida. El hecho de hacer cosas que no te motivan te llevan a hacerlas rápido y mal. Es necesaria la motivación por algo para conseguirlo.

    El caso que comenta Ricardo Moreno sobre la motivación del médico creo que esta llevado un poco al extremo. Si un médico se ha especializado en una carrera como la de Medicina que te lleva tantos años de estudio pienso que será porque está motivado por ello y por lo tanto a la hora de trabajar sentirá esa motivación y ese amor por lo que hace. Bien es cierto que un día puedes estar más o menos motivado o animado que otro, pero en general si te gusta lo que haces la motivación nunca debe desaparecer. Ahora bien, ¿esta motivación la debe imprimir el profesor? Desde mi humilde punto de vista creo que los profesores debemos motivar a los alumnos de cierta manera para que crean en lo que hacen y que no opten por ir a lo fácil y cómodo. No obstante, pienso que la verdadera motivación te la han de dar los contenidos estudiados en clase. Si los contenidos que se imparten en las aulas son del agrado de los alumnos y ellos ven que lo estudiado en clase les sirve para el día a día de la vida, esa motivación por estudiar crecerá enormemente. El médico ha sentido la motivación de estudiar Medicina porque le motivan los contenidos de esta, le gusta la materia, no porque un día un profesor le dijo que ser médico era muy bonito, no nos equivoquemos.

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  15. Según se comenta en este artículo de Ricardo Moreno, el autor defiende la profesionalidad del maestro desde un punto de vista más exigente y en definitiva creído. Lo compara con un medico queriendo demostrar que los maestros y profesores deben cambiar el chip y que la sociedad nos vea como una profesión y una faceta mucho más importante. Esto lo ejemplifica con frases como “el oficio de profesor no consiste en ser simpático a los alumnos” o "hay medicamentos que se tienen que tomar porque lo dice el médico". Con ello quiero aportar mi opinión en el sentido que estoy de acuerdo con lo que comenta el autor, sin embargo, creo que el punto de empatía entre alumno y profesor debe ser importante, igual si nos pasamos de la raya en el sentido de la exigencia y la seriedad hagamos perder la motivación en el alumno.

    Por otra parte, el autor comenta que “tenemos que educar a nuestros alumnos para que vivan en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados” y creo que no le falta razón, sin embargo, una forma de ejecutar esta forma de prepararlos para la vida laboral debería ser más práctica y en estos casos los docentes evaluar de forma exigente como podría ocurrir en un oficio, de esta forma los prepararíamos para lo que les espera después y empezarían a darse cuenta de cómo está hecha la sociedad. Sin embargo, trabajando de la manera actual en la que se da mucha materia que tiene poco sentido porque la vas a usar 0 veces durante la vida no estamos ayudando a que los alumnos estén preparados para el cambio que exige el autor. Todavía me pregunto yo para que me enseñarón a hacer integrales, o a analizar una frase.

    Por último, el autor comenta una frase sobre los alumnos y los profesores en que significa eso de que los alumnos aprendan por sí mismos y participen en procesos de aprendizaje. El autor critica esta fórmula de trabajar y no puedo estar más en desacuerdo con el en este aspecto. Considero que poco a poco los profesores van innovando y haciendo unas clases en las que hacen pensar al alumno a encontrar la solución, y yo creo que este aspecto es vital para lo largo de la vida. Esta ayuda que te proporciona el profesor dejándote libertad para luego ayudarte y guiarte hasta la solución hace aprender al alumno a ser autónomo. Este aprendizaje considero que hace que más adelante sepas afrontar problemas que te surgen, resolverlos y no ser conformista, buscar tareas nuevas y realizar cambios en tu vida, trabajo etc. Siempre para mejor. Sin embargo, lo que comenta el autor, considero que si solo nos enseñan a ejecutar acciones nos convertiríamos en alumnos robóticos que solo saben responder ante las soluciones que les han planteado anteriormente y no a responder a cualquier situación en la que te puedes encontrar.

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  16. En mi opinión los resultados académicos se deben obtener en edades avanzadas. Los alumnos obviamente deberían estar atados a unas evaluaciones exigentes en la educación superior puesto que cuando una persona quiere dedicarse a la profesión de piloto, medico… deberá tener un mínimo de conocimientos teórico/prácticos básicos para llevar a cabo esa profesión pero en la educación tanto primaria como secundaria no habría que implantar procesos de evaluación tan estrictos si no que habrá que ofrecer conceptos básicos que lleguen a los alumnos de una manera innovadora, cooperativa, versátil en la que el profesor sepa vender bien la asignatura y sus conceptos creando unas expectativas al alumnado a partir del refuerzo positivo, la imaginación…
    El buen profesor ya debería estar en la aulas y no en las clases particulares. El profesor debe intentar sacar lo mejor del alumno, guiándole hasta el conocimiento que el profesor quiere que alcance en un determinado momento, con la intención de que el alumno vaya conociendo sus propios intereses. Y para esto un profesor debe empatizar con el alumnado, no puede ser frio ni antipático. La confianza unida al respeto son dos factores clave que se deben implantar en la relación profesor-alumno.
    Debemos saber que buscamos o que queremos que el alumnado encuentre o aprenda en cada una de las etapas de su vida y a partir de ahí saber proyectarlo de una manera interesante y motivante para que ellos puedan impregnarse de cada una de las experiencias y conocimientos de la mejor manera posible.

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  17. El panfleto antipedagógico pretende llamar la atención sobre el grave problema que atraviesa la educación en nuestro país. A modo de resumen, Moreno indica que en nuestro sistema educativo existe:

    -Cursos más largos.
    -Mayor gasto en material escolar.
    -Gasto en expertos, equipos, gabinetes y psicólogos.
    -Estudiantes con muy bajos conocimientos.
    -Profesores con desánimo.
    -Se favorece a los alumnos alborotadores. La administración no respalda la autoridad del profesor.
    -Juventud más conflictiva: no valoran el trabajo que cuestan las cosas; sin modales; padres mucho tiempo ausentes y que no saben decir “no”.
    -Profesores que defienden una enseñanza presuntamente lúdica y ésta dirige al alumno a ser en el futuro una mano de obra barata.

    También el autor se muestra contrario a que se deba exigir a cada estudiante según sus capacidades y lo que ponga de su parte. Es decir, piensa que hay que tener en cuenta los resultados puesto que es lo que la sociedad demanda a todo profesional.

    En mi opinión, la metodología de la cual él es partidario presenta problemas, puesto que el alumnado que posee mayores dificultades se desmotivará y desanimará. Además, esta manera de evaluar no premia el esfuerzo y la constancia, pues creo que son aspectos muy importantes a trabajar.

    Por otra parte, Moreno piensa que no es ninguna innovación educativa que los alumnos aprendan por sí mismos y participen en los procesos de aprendizaje. Además, opina que es un disparate que deban aprender las cosas por ellos mismos, puesto que obliga al alumno a ir a clases particulares.

    No puedo estar de acuerdo con estas ideas, ya que creo que a través de la
    experimentación e investigación por parte del alumnado en el proceso de adquisición de conocimientos se obtienen resultados magníficos. Pues el alumnado utiliza el razonamiento que establece la base de su formación. Además, esta metodología suele ofrecer motivación y aumenta la comprensión de éste.

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  18. Ricardo Moreno Castillo expresa en el “panfleto antipedagógico” el incorrecto o poco productivo método educativo que hay en nuestra sociedad actual. Los alumnos están educados en una sociedad en la que van a ser juzgados por los resultados, y cuando mejores sean estos resultados, este individuo tendrá más facilidad de conseguir un trabajo.
    En mi opinión estoy en desacuerdo con este autor, ya que los docentes tienen que preocuparse de buscar la motivación para que aprendan sus alumnos, y para ello debe de esforzarse y mucho durante sus clases intentando que resulte lo menos aburrida sus lecciones, y a la vez estos se sientan con predisposición y ganas de estudiar y aprender. Por ello, aprender a ser mejor profesor, no se trata de enseñar jugando pero el mayor motivador de la enseñanza es el profesor.
    La educación no tiene solo que preparar futuros trabajadores, sino que tiene que hacer que cada persona se desarrolle en todos los aspectos posibles adquiriendo unos valores que le hagan ser maduro en la vida.
    Sobre el nivel de exigencia, estoy de acuerdo que en los últimos años ha ido aumentando. Pero me parece que la excusa de que este nivel ha de aumentarse en la escuela para favorecer a los más desfavorecidos no tiene mucho sentido. Por ello, creo que lo ideal sería crear niveles para evitar la desigualdad.

    - Pablo Alfayate Bullón- Grupo 1 E.F -

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  19. Creo que este es el anti-proyecto de la Escuela Moderna de Ferrer i Guardia.
    Desde el primer momento el articulo a traqueado la puerta de mi indiferencia con muy pocos modales.

    Sin duda, porque un profesional, que considere que la educación y el conocimiento que esta regala va tan ligado al estatus social y económico de una familia, me parece deplorable.

    Puesto que creo, que es justo jugando con el factor que Ricardo Moreno Castillo deja por los suelos, y yo considero tan importante como es la motivación, el botón de activación de grandes resultados…
    Creo que la motivación y los intereses pueden hacer que un niño poco adinerado estudie medicina, y que uno adinerado no de un palo al agua en su vida.

    Pero si considero esta rama de la educación física tan íntima como directamente ligada a la psicología, una importante herramienta para instruir a nuestros alumnos el día de mañana, consiguiendo con ésta una mayor implicación por la práctica que realizarán.

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  20. Estimado Colega:

    Muchas gracias por hacerte eco del "Panfleto antipedagógico".
    Por si te interesa, acabo de publicar otro libro en la misma línea: "La conjura de los ignorantes". (Los ignorantes son, por supuesto, los pedagogos).

    Atentamente

    Ricardo Moreno Castillo

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  21. Muy de acuerdo con la oponión de mi compañero Jordi Hidalgo. Sobretodo en lo que respecta al tema de la felicidad. Está claro que en el mundo laboral no siempre uno va a poder hacer lo que desea, pero en la medida en que su trabajo cumpla con sus expectativas de realización personal, los resultados vendrán por sí solos y no será necesario tener que "cumplir con mi trabajo" sino que lo haremos por el gozo que encontramos en el mismo.

    En cuanto al tema de la motivación, me ha sido de especial utilidad la charla impartida por Eloisa LLorente. Algunos puntos clave que se defendían en su ponencia eran los siguientes:
    -"Sin participación no hay compromiso"
    -"La educación de la motivación implica la educación del deseo: Deseo + Expectativas + Facilitadores (Que en éste caso seríamos los docentes)"
    - Enseñanza centrada en el estudiante: Diálogo, escucha, autenticidad, aprecio y confianza"

    Basándonos en estas líneas, no comparto aquello de que el profesor no ha de ser simpático con sus alumnos. Esta claro que no es una obligación pero si de verdad se preocupa de su mejora y conocimientos esto es algo que los mismos alumnos notan y hará que se impliquen más en las clases.

    Por tanto me opongo a la idea de que la tarea del docente no sea tener motivados a sus alumnos. Creo que es algo primordial ya que bastante desmotivados van a las aulas (Madrugar, estar sentado seis horas, cumplir con mil reglas, deberes...) como para que encima todo el conocimiento le venga dado por imposición. Esto además hace que el aprendizaje no sea significativo. Si un alumno hace algo porque sí (Como cuando el médico te dice que tienes que tomar un medicamento porque sí), éste se limitará a reproducir lo que le han mandando, sin interiorizarlo y sin reflexionar sobre ello. Sin embargo, si un alumno ha de construir su propio conocimiento, si ha de elegir en base a sus intereses y motivaciones, aunque el aprendizaje resulte más costoso que si nos le dan por obligación, el resultado será, como dice el señor Moreno, mucho mejor y les estaremos preparando mucho mejor de cara a la vida laboral

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