dimarts, 19 d’abril del 2016

Y HOY DAREMOS DEPORTE LIBRE!


                El siguiente post surge de mi experiencia en el instituto de prácticas. No sé si vosotros habéis sufrido algún día de deporte libre, pero yo sí y bastantes. Los alumnos de este instituto tienen en Educación Física una vez al mes “deporte libre”, es decir, un día en el que cogen el material que quieren y lo practican libremente sin ningún tipo de supervisión. Tengo que decir que esos días también aparecían cuando había un puente o fiestas y la semana quedaba a medias.
                Me gustaría saber qué opináis al respecto. Supongo que habrá opiniones de todo tipo, aquellas que estén a favor de esta práctica porque deja libertad al alumnado, se le premia por una buena conducta en clase, practica el deporte que más le gusta, se le ofrece material que no tienen en su casa y muchas otras razones que me encantaría saber…
                Sin embargo, mi opinión es totalmente contraria estos días donde los alumnos/as hacen lo que quieren. Si queremos que respeten nuestra asignatura debemos respetarla nosotros primero. ¿Os imagináis al profesor de matemáticas diciendo “hoy matemáticas libres”?  Queremos más horas lectivas para nuestra asignatura, pero las que tenemos no las aprovechamos.
                En primer lugar, nuestra asignatura tiene 5 bloques de contenidos, unos contenidos que debemos dar y a los que le podemos sacar mucho partido si queremos. Con el tiempo previsto para Educación Física, si ponemos un día al mes de deporte libre, seguramente nos estemos dejando contenidos importantes sin dar o estemos haciendo clases superficiales.
                En segundo lugar, los alumnos/as perciben la motivación del profesor/as a la hora de dar las clases, se dan cuenta de si éstos creen en su trabajo i en lo que dan. Y bajo mi punto de vista, dejar clases sin preparar solo puede provocar que el alumnado no crea en esa asignatura, no la vea tan importante, ya que el profesor/a piensa que sus objetivos pueden esperar y tomarse un respiro.

                Y por último, si no se lleva un control de las tareas deportivas en nuestras clases, con unos objetivos marcados, los alumnos van a tender a imitar las conductas que se ve en el en la televisión y vídeojuegos. Sin un control de las tareas deportivas se pueden crear conflictos entre grupos, una excesiva competitividad entre los equipos y se pueden generar valores que en una clase de Educación Física no concebimos.

35 comentaris:

  1. Yo, en mi experiencia de prácticas también he visto que se hace juego libre, pero con otro criterio. En el instituto donde estuve esos dos meses, había grupos muy conflictivos y difíciles de controlar y, como una especie de premio, si durante dos o tres días seguidos participaban en clase de educación física de forma normal y cívica, la siguiente clase hacían juego libre y así los profesores mantienen el orden. No sé si será la mejor forma de hacerlo, pero, al menos, tenía un propósito.

    Yo también estoy en contra del "día de juego libre" por varias razones. Una, porque, como dice la compañera Espe, es una forma de desprestigiar la asignatura y luego nos quejamos de que en la sociedad esté tan poco valorada. Otra, porque es una forma de escaquearse del trabajo, cuando los niños tienen necesidad de la educación física y otra, porque esta asignatura es para aprender cosas importantes, no para divertirse sin más.

    Los alumnos notan cuando no nos tomamos nuestro trabajo en serio. Por ejemplo, cuando estaba en las prácticas y tenía que dar clase, había alumnos que siempre me preguntaban si podían salir a jugar a fútbol. Yo me quedaba mirándoles con una cara de estupor, pero ellos insistían (obviamente no les dejaba).

    En definitiva, a mí el día de juego libre, un día en todo el curso no me parece del todo mal, sobre todo si es a final de curso, pero, ¿una vez al mes? Ni hablar.

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  2. En mi periodo de prácticas no simplemente surgió el hecho que es habitual a nivel nacional del deporte "libre" en las clases de educación física, sino, incluso que durante todo el cuatrimestre se trabajara libremente el deporte que prefirieran los alumnos sin ningún control por el profesor más que el simple hecho de que este se dedique a jugar con ellos a futbol como no. Los que no querían practicar este deporte directamente se quedaban sentados en los bancos del instituto e incluso algunos debidos a su aburrimiento decían jugar a bádminton en el gimnasio. Evidentemente si el profesor está jugando con ellos difícilmente podrá controlar a los demás, en fin...

    Respecto a si es bueno utilizar el "día de juego libre" tiene dos puntos de vista. El cómo ha comentado anteriormente para premiar a los alumnos por los buenos comportamientos durante las sesiones o el simple hecho de que el profesor no está por la labor de preparar una sesión para el último día de cuatrimestre o del año. Pero por otro lado planteo una pregunta. ¿Qué mejor manera existe para premiar a los alumnos que una clase bien preparada novedosa y con contenido curricular para premiar a los alumnos?. Toda clase de educación física debería ser un momento de aprendizaje constante de los alumnos. Sí, estamos por debajo de la media europea en horas lectivas de educación física pero si encima de eso las desaprovechamos seguimos acentuando que se vea la educación física como la asignatura menos valorada.

    Por otro lado también es cierto que los últimos días de clase antes de periodos festivos o finales de trimestre los alumnos están colapsados de temario, exámenes y tareas a realizar. Si se debería tener en cuenta este apartado y porque no intentar adaptar nuestra programación a sus necesidades e intentar que en ese momento no tengan una carga de trabajo excesiva por nuestra parte. Existen diferentes unidades didácticas que pueden ayudar a nuestros alumnos para seguir aprendiendo sin necesidad de darles un balón y que empiecen a jugar.

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  3. Este tema ha salido ya varias veces durante las diferentes asignaturas que hemos realizado en este máster. Ya que esto se lleva haciendo desde hace muchos años y ahora los docentes más jóvenes quieren renovar la asignatura y cambiar estas posturas de algunos profesores.

    En mi instituto no hubo deporte libre ningún día, ya que había una programación didáctica y se necesitaban todas las horas para dar las diferentes unidades didácticas que se trabajaban en ella. Pero, en algunas clases salíamos a un recinto deportivo que estaba situado al lado del instituto, para el cual debía pedirse un permiso. Un día, vamos allí a realizar una sesión y había otro instituto, el cual no había pedido permiso para poder utilizarlo y la profesora me explicó, que en ese centro, los profesores de educación física, la semana antes de las vacaciones de semana santa van allí a realizar juegos. Los cuales no son libres, ya que todos hacen el mismo juego, pero son ellos los que eligen a que quieren jugar y de esta manera rompen con toda la unidad didáctica que están trabajando.

    Esto no creo que sea lo correcto y menos dedicar una vez al mes a una sesión de deporte libre, porque la educación física no es un segundo recreo, ni solo se debe dedicar a que los alumnos jueguen, sino que estamos en una asignatura en la cual debemos hacer a los alumnos pensar, desinhibirse, expresarse… cosas que realmente podrán realizar en su día a día. Por tanto, realizando clases libres para que solo jueguen y se diviertan sin aprender, en mi opinión no es lo correcto.

    Además, como bien ha dicho mi compañera, estamos pidiendo más horas lectivas de nuestra asignatura, ya que tiene muy pocas y no se le da importancia. Necesitamos más horas para hacer que los alumnos aprendan y porque se nos quedan cortas las unidades didácticas, así que perder una clase para que los alumnos jueguen a lo que quieran es un paso atrás en la lucha por la evolución y mejora de nuestra asignatura.

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  4. En nuestra experiencia la mayoría de nosotros hemos vivido el “día de deporte libre” des de los dos puntos de vista.
    Como alumnos recuerdo estos días como muy divertidos y en los que el profesor desaparecía por completo. Des de la perspectiva del profesor he visto diversas situaciones diferentes a la hora de afrontar este tipo de sesiones. Existe el ya comentado caso del profesor que desaparece y se dedica a realizar otras cosas, pero también existe el profesor que utiliza estas para conocer mejor a sus alumnos, los deportes que les gusta practicar, el rol que desempeñan dentro del grupo- clase, por ejemplo los líderes de grupo. Además, como ha comentado mi compañero Jesús, el profesor que utiliza es día como refuerzo positivo para fortalecer ciertas conductas en sus alumnos.
    Pero, en general, la función básica de un “día libre” en Educación Física es que los alumnos reproduzcan en una hora lectiva una actividad que ya saben hacer y en la que el profesor no interviene porque no suelen surgir problemas. Por tanto, el profesor deja de realizar una gran parte de su función y de cumplir con sus obligaciones. Evidentemente cada centro es un mundo y cada profesor tiene sus estrategias para que sus clases funcionen correctamente, pero yo como profesor de Educación Física creo que tengo la obligación de realizar, en todas las sesiones, actividades nuevas que los alumnos no conozcan y que sus aprendizajes se puedan extrapolar a otras situaciones de la vida real.

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  5. Respecto a este tema de “deporte libre” pienso igual que mi compañera. La Educación Física ha tenido que superar muchas barreras para estar integrada totalmente en el sistema educativo al mismo nivel que el resto de asignaturas. Por ello, el hecho de que un profesor/a le reste importancia a los aprendizajes que promueve nuestra materia es algo que nos tenemos que plantear muy seriamente. Quizá lo haga porque no tiene ganas de trabajar, o simplemente porque considera que a los alumnos les gusta poder hacer lo que quieran en determinados momentos, pero creo que hay otras técnicas que se pueden utilizar para que el alumnado disfrute de los deportes que más les gustan bajo la supervisión de un profesor que mediante los intereses del alumno consiga que éstos alcancen unos determinados objetivos imprescindibles en el proceso de enseñanza – aprendizaje de Educación Física.

    La implicación que el profesor/a tenga con la asignatura y con sus alumnos, es lo que va a determinar y a promover el interés de los alumnos tanto por la materia en sí como por el aprendizaje. El docente es la pieza clave que va a favorecer la motivación de sus alumnos, por ello no debe faltar en un docente las ganas de enseñar y de que sus alumnos aprendan, de sentirse realizado viendo que el alumnado disfruta en sus sesiones, sesiones en las que se promueve el aprendizaje significativo, y no se deja la enseñanza en manos de la suerte o del “deporte libre”.

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  6. Estoy totalmente de acuerdo con mi compañera, ya que pienso que cuando los profesores ofrecen días de deporte libre no lo hacen con el fin de que el alumnado indague en nuevos materiales y juegos o deportes, sino que su único fin es no tener que preparar las sesiones.

    Por un lado, creo que dar alguna clase libre puede ser conveniente si el grupo-clase ha alcanzado los objetivos trimestrales o anuales, con el fin de premiar su buen trabajo y comportamiento. Aun así, creo que como máximo deberían darse uno o dos días por trimestre, como mucho. O en casos de grupos conflictivos como en mi centro de prácticas, donde los alumnos y alumnas de primero y segundo de ESO disponían de cierto tiempo de cada sesión para dedicarlo al juego libre. EL tiempo dependía de su comportamiento y su actitud en el aula.

    Durante las prácticas, tanto de Magisterio como del Máster, he vivenciado profesores/as que no dedican clases enteras al juego libre, pero sí que ofrecen al alumnado 5-10 minutos de cada sesión para que ellos puedan hacer deporte libre o lo que quieran. Desde mi punto de vista no es una buena elección, ya que los alumnos acostumbran a tener siempre tiempo libre, alcancen o no sus objetivos de las sesiones, y por lo tanto, van exigiendo cada vez más tiempo de juego libre.

    Por el lado contrario, al ofrecer días libres lo que conseguimos es desprestigiar nuestra asignatura, y como dicen los compañeros, si no la valoramos nosotros, ¿quién la va a valorar? Por lo tanto, si damos días libres lo que conseguimos es que nuestra asignatura sea la asignatura María de la que muchas veces escuchamos comentarios que nos ofenden. Además, si estamos reclamando un aumento en las horas lectivas de esta asignatura, ¿porque desperdiciamos las pocas que tenemos en clases libres que no tienen ningún propósito?

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  7. Me alegra ver que, según las opiniones aquí expresadas, en unos años este tema estará erradicado de las clases de educación física. Durante mi periodo de prácticas no tuvimos ningún día de el comentado “deporte libre” pero sí que los alumnos algunos días proponían hacer esta práctica.
    Recuerdo las dos últimas semanas de las prácticas en las que la profesora se encontraba de intercambio en Suiza y mi compañero y yo nos hicimos cargo de sus clases. Porque claro, eso que dice la ley sobre que no podíamos estar solos con los alumnos dando clase y que debía haber un profesor supervisando lo dejaremos en una suposición. Esas dos semanas los grupos de 1º de la ESO se encontraban en la UD de Wave (el monopatín que tiene dos ruedas) y la profesora se llevó la llave de la jaula donde se guardaban, así que nos tocó modificar la programación fantasma (ya que no existía tal y se basaba en sus años de experiencia y su memoria). Los alumnos rápidamente mencionaron el “deporte libre” pero a mi compañero y yo les propusimos otras actividades y juegos. Al finalizar las clases les preguntamos a los tres grupos de primero que si hubieran preferido haber hecho “deporte libre” y todos dijeron que nuestra propuesta había sido más divertida.
    En definitiva, yo creo que los profesores de educación física que utilizan de manera sistemática y periódica este tipo de sesión posiblemente es porque son víctimas del burn out o realmente no son conscientes de la mala imagen que da a nuestra asignatura. En el centro en el que estuve tenían concedido dos horas semanales de Contrato Programa para el primer ciclo de la ESO debido al transporte escolar que utilizaban la gran mayoría de los alumnos. En estas horas los alumnos que no tenían asignado el contrato programa de ciencias o de letras tenían derecho a bajar al patio y un profesor les dejaba material de educación física. Esto en parte era un incentivo para los compañeros que asistían al contrato programa ya que sabían que si mejoraban sus notas podrían hacer deporte libre con sus compañeros.

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  8. Según Sanmartín, Doménech, y Benet (2007) "las cosas de EF que más les gustan a los alumnos es practicar deportes de equipo y realizar actividades y juegos variados, la práctica de ejercicio y el disfrute del tiempo libre en el que podían organizar actividades y juegos".

    Creo que no se trata de hacer lo que les guste, sino aprovechar los intereses y motivaciones de nuestros alumnos para sacar partido de otra manera a las clases de Educación Física.

    Yo estaba totalmente en contra del juego o deporte libre, por las cosas que ha comentado mi compañera Espe en el post. Sin embargo, después de mis prácticas, comprendí que había realizado prejuicios sobre esto. La razón de ello es porque le vi una gran utilidad. Os preguntaréis por qué. Bien, las notas no se decían de forma pública, sino que se aprovechaban los últimos dos días de clase para practicar deporte libre y llamarlos de forma individual y hablarles sobre su evaluación. El profesor utilizaba la Tablet para explicarles cada uno de los apartados en los que había mejorado o donde podía mejorar. Me pareció un recurso muy interesante y un buen momento para acercarnos a los alumnos, hablarles y escucharles.

    Por otro lado, los días de deporte libre son una oportunidad única para meternos en el mundo de los alumnos y ver como son de verdad. Se comportan de forma más espontánea, o dicho de otra forma, sacan su esencia y conoces como son realmente. Esto es importante, ya que desde mi punto de vista a veces vienen problemas por no conocer demasiado bien a nuestros alumnos. Además, quizás son los días en los que podamos practicar con ellos las actividades que propongan. No estoy diciendo que estoy a favor de que el profesor participe siempre en las clases de Educación Física, pero tampoco me voy al extremo de pensar que jamás debería jugar con sus alumnos. La motivación que he percibido cuando practicamos un día con los alumnos, el buen clima y la cantidad de emociones positivas percibidas fueron altas. En este sentido, creo que no debemos estar totalmente en contra del “deporte libre”, siempre y cuando existan los valores y pautas de comportamiento habituales del resto de clases. No obstante, el profesor debe estar siempre presente, asegurándose de que no se sobrepase ningún límite.

    Por tanto, deporte libre sí, pero depende de cómo lo organicemos y de cuál sea nuestro objetivo, justificándolo siempre en la programación didáctica.

    Sanmartín, M. G., Doménech, C. P., & Benet, E. T. (2007). Perfil de la educación física y sus profesores desde el punto de vista de los alumnos. (Physical education and their teachers’ profile from the pupils’ viewpoint). RICYDE. Revista Internacional de Ciencias del Deporte. doi: 10.5232/ricyde, 3(8), 39–52.

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    1. Estoy de acuerdo contigo Fran en que puede ser una herramienta útil para a la hora de evaluar tener a la clase controlada y poder ver más de cerca a los alumnos y sus comportamientos más espontáneos.

      El problema Fran es que no creo que esta sea la regla general de utilización del juego libre. Desde mi experiencia de prácticas hubo un momento que nos dimos cuenta los tres compañeros que estábamos en el mismo centro, que si nosotros no planteábamos actividades los alumnos iban a dedicarse a estar dos semanas sin hacer nada. Esta situación se produjo desde que acabamos nuestra unidad didáctica hasta que llegaron las fiestas de fallas y efectivamente así fue. Vale que entonces interactuáramos más con los alumnos pero de verdad que no creo que sea la solución adecuada dejar dos semanas seguidas de juego libre. Para más inri después de fallas hubo tres días sueltos antes de pascua en los que dos de ellos se realizaron salidas con bicicleta durante toda la mañana con lo que una de las clases los alumnos la perdieron.

      Como tu bien dices puede utilizarse de forma adecuada, pero al final realmente crees que es la norma general?

      Espero tu respuesta.

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    2. Hola Adrian, gracias por dedicar tiempo en leer mi comentario y también por tu respuesta. Creo que es bueno que cuestionemos lo que digamos cada uno de nosotros para generar debate, ya que esto es lo que verdaderamente enriquece al Blog.

      Como tú dices, en la mayoría de centros no se utiliza correctamente el tiempo libre, y lo que es peor, creo que la mayoría no sabe para qué. En mi opinión todo debería argumentarse en la programación didáctica. Y si lo que se argumenta a favor del tiempo libre, se justifica con coherencia y se aplica bien, insisto en que puede salir algo bueno de estas sesiones. Ahora bien, si andamos escasos de tiempo, y nos quejamos de ello, estoy de acuerdo contigo en que no debería extenderse demasiado en el tiempo.

      Por tanto, las conclusiones principales que extraigo según nuestro pequeño debate son las siguientes:

      1) El juego libre puede ser una herramienta interesante.
      2) Se debe argumentar y justificar con coherencia en la programación.
      3) No tiene sentido que se extienda demasiado en el tiempo.

      Un saludo Adrian.

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  9. Durante mi estancia en prácticas sí que se desarrolló alguna sesión de “deporte libre” como consecuencia de haber finalizado las unidades didácticas programadas y quedar varios días lectivos antes de vacaciones, a los cuales faltaba gran parte del alumnado. Hay que decir que dichas sesiones fueron de forma esporádica en algunos cursos. El docente prefirió no comenzar con nuevos contenidos bien por determinar que no resultaría beneficioso para el grupo o bien por evitar preparar una nueva sesión.

    No estoy a favor del “deporte libre” dentro de nuestra asignatura y mucho menos una vez al mes ya que lo único que produce en el alumnado es una sensación de dejadez por parte del profesor. Y como bien dice la compañera, este tipo de prácticas no se pueden dar en educación física si de verdad se quiere que ésta alcance un reconocimiento a nivel social junto con su respectivo aumento de horas semanales.

    En definitiva, “el deporte libre” no hay que utilizarlo como un recurso más dentro de la asignatura dado que una buena programación anual conllevará tener todas las sesiones del año bien planificadas. Por dicho motivo, pienso que un docente con vocación y con ganas de mejorar día a día, trabajará para evitar que se den este tipo de sesiones mediante las cuales se ralentiza el proceso de aprendizaje.

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  10. Tal y como muy bien ha comentado mi compañero Carlos, el “juego libre” en Educación física se ha convertido en un factor tan normalizado en las clases hasta el punto de que los alumnos piden esta “libertad” para jugar a lo que ellos quieran como si ésta fuera una posibilidad u opción normal en las sesiones. Y es que, para que esta “posibilidad” se haya extendido tanto y sea conocida por casi la totalidad de los alumnos, es seguro que ha estado realizándose en casi todos los cursos de casi todos los institutos, como bien sabemos.

    Mi compañero, en su post, hace una reflexión bastante interesante respecto al hecho de estar demandando más horas lectivas de Educación Física cuando no aprovechamos las que tenemos, no hace falta decir que detrás de esta demanda existe también un factor económico que influye en el motivo de querer más horas, pero dejando esto aparte, sí que existe una contradicción en nuestros actos.

    En mi experiencia en las prácticas en el centro de secundaria, también asistí a días de clase que, por su ubicación temporal quedaban libres de contenidos planificados en ser días antes de fiestas o días antes de cambiar de trimestre. Lo que observé en estas clases es que unos cuantos juegan al fútbol, otros a básquet y el resto se sienta en los bancos a hablar. En mi caso, aproveché algunos de esos días para tomar el mando de la clase y dejarles “libertad” para elegir un juego, dentro de los juegos que yo planteaba o en otra ocasión les dejaba elegir el deporte, pero realizaba yo la sesión. Lo que quiero decir es que se puede dar la sensación de libertad para tomar decisiones sobre los contenidos de la clase, pero siempre desde una intención educativa previa.

    Con esto tampoco quiero decir que esté en contra de un juego “totalmente libre”, si somos capaces de aprovechar esta forma de trabajar para sacarle provecho. Por ejemplo, puede aprovecharse para trabajar la capacidad de organización y consenso de la clase, marcando unas pautas básicas en el día de juego libre. Éstas podrían ser que los alumnos no pueden pedirle ayuda al profesor, que actuará como observador, deben participar todos (nadie puede quedarse sentado), se puede jugar a tres cosas diferentes y todos los alumnos deben estar en uno de los tres grupos y se debe compartir el espacio disponible entre toda la clase. Con estas premisas de actuación los niños tienen su “día de juego libre” pero deben trabajar y organizarse para que pueda funcionar, quizá bajo una “amenaza motivante” de retirar el juego libre si no se ponen de acuerdo.

    Nuestras clases nos permiten un amplio abanico de posibilidades de trabajo, de metodologías o de dinámicas que hacen que los alumnos interactúen y aprendan cosas de forma muy distinta a las otras asignaturas por lo que me parece una necesidad moral aprovechar todas las horas lectivas de las que disponemos para sacarle el provecho que se merece nuestra asignatura.

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  11. Primer de tot, he de felicitar a l'autora del post, ja que crec que és un tema del qual podem aportar tots els alumnes del màster alguna opinió al respecte. Més enllà d'haver presenciat aquest esdeveniment del "dia d'esport lliure" en el període lectiu de l'assignatura d'educació física com a alumnes en pràctiques, o no, depenent del professor tutor que tinguérem, tots hem passat per Primària i Secundària, i estic segur de que coneguem de primera mà en què consisteix aquest tipus de sessió.

    Amb aquest tema, tornem a l’etern debat al voltant de la importància de l’assignatura d’Educació Física, dins del marc legal educatiu, com també a nivell de significativitat per als alumnes, que, tot i estar fortament relacionat amb el fet d’estar també recolzat des d’un punt de vista curricular -no estant-ho a dia de hui-, no implica per se que hi hagi d’haver una proporcionalitat directa. De fet, en el meu cas, si finalment arribe a formar part del cos docent, em comprometré a dirigir els meus esforços per tal de fer veure als meus alumnes que l’assignatura d’educació física és essencial per al seu aprenentatge i desenvolupament, tot i no tenir la mateixa càrrega lectiva que altres assignatures -cosa que considere difícil de canviar, més encara després de llegir les aportacions dels companys sobre el paper de la majoria dels professors que hem tingut durant el període de pràctiques-.

    El tema de com afronten els professors d’educació física en l’actualitat el tractament de la seua assignatura pot plenar pàgines i llibres plens d’indignació i carència de professionalitat. El fet del “dia lliure”, és un element més, dins de la gran dimensió de nul compromís amb la professió portada a terme per aquest perfil de docent. És cert que existeixen un gran grapat de situacions i contextos diferents. Òbviament, no és comparable el professor que empra aquest recurs del “dia lliure” com a motivació, amb aquell que simplement l’empra per desaparèixer de la sessió, com han comentat els meus companys. No obstant, irremeiablement, hem de demanar més. Molt més.

    Considere que, com hem comentat en altres ocasions, la renovació dels actuals professors d’educació física, per alumnes com nosaltres -futurs professors-, que desitgen portar a terme aquesta feina, ha de portar també una clara intenció de renovació pedagògica i de continguts. Si realment volem que l’assignatura d’educació física deixe de ser vista per la societat com ho és hui en dia, hem de treballar i adquirir un compromís amb el nostre treball per a que realment els nostres alumnes puguen desenvolupar tot aquell potencial que aquesta assignatura té en sí mateix.

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  12. Salvador Viñoles Ferri24 d’abril del 2016, a les 21:05

    Este un pequeño problema que se nos ha presentado a los docentes des de hace mucho tiempo. En mi etapa de primaria recuerdo muchos días en los que practicábamos deporte libre. Al final, recuerdo que siempre terminábamos igual: las chicas saltando a la cuerda y los chicos jugando al futbol.
    Personalmente, creo que esto ayuda a que la educación física sea vista como la asignatura de menos importancia, por tanto, como futuros docentes tenemos la obligación de intentar cambiar esto de alguna forma, puesto que la educación física al igual que las otras asignaturas consta de unos contenidos y unos objetivos que deben cumplir.
    Por tanto, sería importante erradicar estas prácticas y substituirlas por ejemplo por jornadas en la que los alumnos investiguen sobre juegos populares en el caso de que nos sobre alguna sesión. De este modo, los alumnos se divierten y además seguimos practicando juegos que poco a poco se están perdiendo.
    Esta iniciativa se puso en práctica en mi centro de prácticas y fue todo un éxito, los alumnos se divirtieron y tuvieron la oportunidad de compartir vivencias con sus padres o abuelos.
    No obstante, los alumnos tienen que tener clara la importancia de esta asignatura y por supuesto, somos nosotros los encargados de transmitir esta importancia y los valores de la educación física. Valores que con el juego libre se desprestigian.

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  13. Sin ninguna duda, la petición por parte de los alumnos de realizar “deporte libre” va a ser una de las que con casi total seguridad nos encontraremos al llegar a la realidad de la docencia de la Educación Física en los institutos, y puede que alguno de nosotros ya lo haya vivido en su periodo de prácticas.

    Por mi parte, tengo una doble opinión del hecho de realizar deporte libre, porque como todo, puede tener su lado positivo o lado negativo; por un lado el lado negativo es lo que no me parece correcto, por la experiencia de haberlo visto en mi etapa de alumnado, que el profesor deje a disposición de los alumnos el material correspondiente sin ningún tipo de control y como ha comentado algún compañero, desaparezca, ya que seguramente se acabará jugando a fútbol o con mucha gente parada.

    Por otro lado, la parte positiva de los días de “deporte libre” yo la llevaría por una negociación con el alumnado de llevar a cabo algunos días de deporte libre, pero de unos deportes concretos que no sean muy convencionales, de esta forma, los alumnos podrían salir un poco de la rutina o tener una variante en aquello que estén viendo, y aprovechando su petición, darles a conocer deportes alternativos o menos habituales.

    Finalmente, pienso que podría utilizarse la petición de días o sesiones de “deporte libre” para intentar que así lo sea pero de un grupo de deportes determinados y negociados con los alumnos para ayudar a ponerlos en práctica en las clases en caso de que no estén introducidos en la programación didáctica del curso.

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  14. Desde mi punto de vista, creo que es vergonzoso ver como hay profesores que utilizan sus clases de educación física como aulas de recreo en las que anteponen su “bienestar” a preocuparse por ejercer una docencia eficiente.

    En mi experiencia práctica he vivenciado por parte del otro profesor del departamento un “deporte libre” en ocasiones, sobre todo las últimas dos semanas de trimestre. Mi visión sobre estas clases que ejercía el profesor demostraba una pasividad sobre la clase en la que primaba el no tener que dar clase y la despreocupación por el aula. En otros términos, era como escaquearse de dar clase, si en vez de deporte libre tuviera la oportunidad de decidir que no vinieran los alumnos, no vendrían.

    Hoy en día, la mayoría de docentes de educación física defendemos que nos den una mayor importancia en el ámbito educativo demostrando día a día en las clases, defendiendo los beneficios que puede aportar nuestro trabajo en congresos, etc.
    En cambio existen docentes que utilizan nuestra mayor arma, que es la docencia, como una manera de “trabajo fácil” en la que deben cumplir apenas unos mínimos y que sin saberlo, repercuten muy negativamente a los otros tantos que si se preocupan y le dan importancia a su trabajo.

    Por tanto, deberíamos empezar exigiendo un leve control gubernamental para erradicar a este tipo de profesor que utiliza el “deporte libre” como medida para pasar las clases y su trabajo con la mayor facilidad y despreocupación posible por el aprendizaje.

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  15. En primer lugar me gustaría felicitar a Espe porque considero que el post que ha publicado trata un problema real que existe hoy en día en las aulas de educación física y que debemos de cortar de raíz si queremos que se le dé la importancia que merece a nuestra asignatura, la educación física.
    Coincido totalmente con mi compañera Espe acerca de su opinión sobre la realización de las actividades de deporte libre durante las horas lectivas de la asignatura de educación física. En mi caso personal, durante mi estancia en el instituto en mi período de prácticas los profesores no han utilizado mucho esto, pero aún así sí que lo han utilizado algún día, lo que no me parece correcto.
    Yo no me imagino a profesores de otras asignaturas dejando a los alumnos que hagan lo que quieran durante sus clases en vez de impartir del contenido correspondiente a la asignatura que dan. Aunque así fuera, tampoco es excusa para que en la asignatura de educación física perdamos el tiempo realizando juego libre, ya que esto contribuye a desprestigiar la asignatura y fomenta la visión que los alumnos, profesores y el resto de la sociedad tiene en muchas ocasiones de nuestra asignatura: un segundo patio donde los alumnos se despejan de las clases anteriores y que les permite refrescar las ideas para las siguientes clases.
    Como profesores de educación física es nuestra obligación buscar la excelencia en nuestras clases y eso pasa, entre otras muchas cosas, por aprovechar al máximo el poco tiempo que le conceden a nuestra asignatura. No debemos de olvidar que en nuestras clases tenemos la oportunidad de inculcar valores, aprender a los niños a pensar, improvisar, crear, inculcarles gusto por hacer deporte y llevar una vida sana y saludable...
    Como dice mi compañera Espe en la introducción de esta acertada publicación no podemos estar quejándonos continuamente porque nuestra asignatura tiene muy pocas horas lectivas y después desaprovechar las pocas horas que tenemos para ella. Debemos de exprimir a l máximo esas horas que nos conceden para demostrar que la asignatura de educación física es grandiosa y que merece por méritos propios mayor peso en nuestra educación, y que ello pasa obligatoriamente por aumentar la cantidad de horas lectivas a la semana para ella.

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  16. Al igual que mi compañera Espe, durante mi periodo de prácticas he sufrido numerosas sesiones en las que los alumnos realizaban deporte libre.

    Para contextualizar un poco, en mi prácticum estuve con dos profesores. Uno se encargaba de impartir docencia a los alumnos de 4º de ESO y 1º de Bachillerato, y el otro de 1º a 3º de la ESO. Pues bien, es en este último profesor en el que sus alumnos tenían numerosas sesiones en las que sus alumnos realizaban deporte libre.

    Puedo llegar a comprender que se realice este tipo de práctica en días puntuales, pero el abuso de ello, como hice este profesor en mis prácticas, me da a entender la falta de motivación y la gran acomodación que tienen muchos de los profesores que forman parte de los departamentos de educación física en la ESO.

    Como comentan mis compañeros, este tipo de actuación suelen realizarla, mayormente, aquellos profesores que tienen una edad más avanzada y no se han actualizado a sí mismos. Son estos tipos de prácticas las que provocan que nuestra asignatura no tenga el estatus que merezca dentro del sistema educativo.

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  18. En mi opinión, sí que estoy a favor de realizar de vez en cuando estas “sesiones de práctica libre” porque encuentro que hay muchas ventajas si se sabe cuando y cómo ponerlas en práctica. En primer lugar, una vez al mes me parece excesivo ya que como sabemos las horas de nuestra asignatura de EF son muy escasas y tenemos que intentar impartir todo el contenido propuesto al principio del curso. Mi proposición sería que esta sesión de práctica libre se realizara al final de cada trimestre con el siguiente objetivo: que cada alumno pueda practicar libremente uno de los contenidos que se haya dado ese trimestre en clase (voleibol, baloncesto, expresión corporal, deportes de raqueta, etc.). De esta forma, nosotros como profesores nos podemos dar cuenta de cuál ha sido el éxito de nuestras sesiones, ya que si por ejemplo hemos conseguido que el alumnado esté muy motivado e interesado tras el bloque de voleibol, veremos que la mayoría de ellos querrán volver a practicarlo en esta sesión de práctica libre. Me parece un objetivo fundamental que debemos conseguir, y es que los niños disfruten haciendo deporte y que tengan un buen recuerdo para seguir disfrutando de el durante su vida fuera de la escuela.

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  19. Después de leer los post de mis compañeros y reflexionar sobre este tema creo que estoy bastante de acuerdo con Francisco José Pérez Santos.

    Empecé mi reflexión pensando en mi etapa como alumno. Cuando tuve la oportunidad de realizar deporte libre me sentía mucho más motivado. También se reforzaban las relaciones socio afectivas con mis compañeros y salíamos de clase pensando que la Educación Física era la mejor asignatura. No creo que nadie de nosotros desprestigiara la asignatura por tener algún día libre. Más bien nos servía para desconectar de las típicas clases teóricas en las que éramos sujetos pasivos, es decir, teníamos autonomía para tomar nuestras propias decisiones, organizarnos entre nosotros, poner en practica lo aprendido en clases anteriores etc.

    En este sentido pienso que no por realizar una clase dirigida 100% somos mejores profesionales, muchas veces organizamos clases perfectas sobre el papel pero que realmente los alumnos las perciben como aburridas, con poca transcendencia y crean situaciones de rechazo (creo que algunos de vosotros las habréis podido experimentar como alumnos de máster).
    Por tanto, como Fran pienso que el deporte libre puede ser un recurso muy bueno si somos capaces de aprender de ellas, es decir, aprender de nuestros alumnos, no mostrarnos tan distantes en la relación profesor-alumno y mejorar el clima de aula en las siguientes clases.

    Creo que no debemos ser tan críticos con el deporte libre como el mayor de los males sino que debemos aprender de él. Uno de los aprendizajes que podemos extraer es que cuando se le deja autonomía al alumno muestra mayor motivación que cuando se limita a ser un elemento pasivo. Por realizar clases magistrales no aprenden más que cuando descubren sus capacidades por si mismos.

    Os recomiendo leer la Teoría de la Autodeterminación de Deci y Ryan para que la uséis en vuestras clases para que la motivación en las distintas clases sea la misma que cuando practiquen deporte libre.

    No digo que todas las clases deben de ser libres pero, si tanto lo piden los alumnos igual es porque igual nuestras clases no les resultan muy productivas.

    En conclusión el deporte libre puede ser una gran recurso si sabemos gestionarlo de tal manera que conozcamos mejor a nuestros alumnos, sus intereses, sus fortalezas y debilidades como han integrado los aprendizajes y identificar donde estamos fallando.

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  20. Me parece muy interesante este post, ya que el deporte libre está muy presente en muchas de las clases de Educación Física. Cuando estaba en el instituto casi todos los días teníamos deporte libre, ya que nuestro profesor no estaba muy por la labor de dar clase, y durante mis prácticas también teníamos bastantes días así.

    Durante las mismas, muchos alumnos eran los que pedían hacer el deseado deporte libre. A pesar de que la profesora decía que no, insistían tanto que al final acababa cediendo. Sin embargo, deporte libre solía implicar fútbol. Por lo que casi siempre, algunos jugaban a futbol y había muchos otros que no hacían nada, y les teníamos que insistir para que realizaran cualquier otra actividad. Pienso que este es otro de los grandes problemas de estas sesiones, que los que no se sienten muy atraídos por la actividad física no participan en ninguna actividad, puesto que, como es libre, piensan que pueden hacer lo que quieran. Este debería ser un aspecto muy importante a controlar, que si se realiza deporte libre todos los alumnos han de participar en alguna actividad.

    Sí que es verdad que durante estas sesiones sí que se fomentaba otro tipo de relación con los estudiantes, donde podías hablar más con ellos y preguntarles por cosas ajenas al instituto, o relacionadas con el instituto, pero de las que no solían hablar en clase, ya que se sentían mucho más cómodos.

    Por otra parte, había grupos que no querían hacer deporte libre, pues preferían que el profesor les dijera lo que hacer ya que no se sentían muy atraídos por los deportes que pensaban que podían realizar durante estas sesiones. Para este tipo de grupos, igual sí que sería interesante plantear sesiones de deporte libre, fomentando la autonomía del alumnado, la comunicación entre el grupo, la toma de decisiones, y que entre ellos decidieran qué hacer.

    En mi opinión, si como profesores planteamos sesiones que sean de deporte libre, habría que darles un sentido, que tengan alguna finalidad, como por ejemplo, como ha dicho antes algún compañero, que tengan que practicar algo que se haya tratado a lo largo del trimestre, pues se podrá observar qué es lo que más les ha gustado. Pienso que si no le damos un sentido estaremos colaborando para que los alumnos continúen pensando que la Educación Física es una asignatura fácil, simple, sin mucho sentido, en la que solo van a jugar. Pienso que dar deporte libre tal cual, sin ninguna otra finalidad que la de jugar por jugar fomenta que los alumnos piensen que no le damos importancia a la asignatura, que se puede hacer cualquier cosa y que lo hacemos por comodidad, que era lo que pensábamos de nuestro profesor de EF en el instituto.

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  21. Luis Doménech Montesinos3 de maig del 2016, a les 0:19

    Tema muy interesante que todos hemos podido vivenciar como alumnos de prácticas o como alumnos en nuestro paso por la educación secundaria o el bachillerato. En mi caso lo he vivido tanto en las prácticas del máster como en clase cuando era alumno. Considero un poco extremista el hecho de pensar que dar alguna clase libre al alumno consiste en desprestigiar la asignatura o en perder el tiempo. Los que piensan esto, supongo que lo dicen porque la participación de algunos alumnos (la minoría) en este tipo de sesiones es baja o nula. Mi pregunta es: ¿en una sesión donde predomina la deliberación o hay un alto componente crítico, existe una alta participación de todos los alumnos? Creo que no. Entonces, ¿también estamos perdiendo el tiempo en este tipo de sesiones? Pienso que tampoco. En ninguna de las sesiones perdemos el tiempo si tenemos claro que objetivos perseguimos y como vamos a trabajar para conseguirlos. No tenemos que posicionarnos diciendo que algo es mejor o peor o que está bien o está mal. Lo que hay que tener en cuenta es como aplicamos cada una de las cosas y no que son o que no son.

    Pienso que en las clases de Educación física casi todos los tipos de sesiones son válidas si somos capaces de definir unos objetivos y contenidos educativos y llevarlos a la práctica garantizando el respeto y la posibilidad de participar a todos los alumnos por igual.

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  22. Estic d’acord amb el que argumenta el meu company a aquest post. L’Educació Física té una sèrie de blocs de continguts que ha de ser tractats a les classes. Els alumnes han de tindre un gran bagatge motor amb distints patrons motors i recursos suficients per a practicar els esports.

    Respecte a les “classes lliures” opine que si no es porta un control de les sessions a les nostres classes amb uns objectius marcats, els alumnes van a tendir a imitar les conductes que es veuen en l’esport professional i a les televisions. Aquestes, de vegades, disten molt de ser conductes apropiades i esportives. Sense un control de les activitats esportives es poden crear conflictes entre grups, competitivitat entre els equips i en definitiva, valors que van en detriment d’altres que si deurien d’estar presents com la cooperació de grup, la participació i l’esforç.

    Personalment, no estic d’acord amb aquests tipus de sessions a les classes d’Educació Física. Primer perquè no se li dona la importància i el sentit que realment té aquesta assignatura. Seguidament, sembla una contradicció fer “classes lliures” si nosaltres mateixos ens queixem de que l’EF necessita més hores per a poder donar tots els continguts i les Unitats Didàctiques pertinents. Segurament la majoria de professors que opten per aquest tipus de classes, habitualment no es senten motivats per l’assignatura i si els alumnes ho perceben no tindran predisposició i les classes no funcionaran.

    Com a conclusió i reflexió final, hem de ser nosaltres qui donem la importància que mereix aquesta assignatura i intentar que els nostres alumnes disfruten i aprenguen d’ella.

    Jose Manuel Perales Andani

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  23. Estic d’acord amb el que argumenta el meu company a aquest post. L’Educació Física té una sèrie de blocs de continguts que ha de ser tractats a les classes. Els alumnes han de tindre un gran bagatge motor amb distints patrons motors i recursos suficients per a practicar els esports.

    Respecte a les “classes lliures” opine que si no es porta un control de les sessions a les nostres classes amb uns objectius marcats, els alumnes van a tendir a imitar les conductes que es veuen en l’esport professional i a les televisions. Aquestes, de vegades, disten molt de ser conductes apropiades i esportives. Sense un control de les activitats esportives es poden crear conflictes entre grups, competitivitat entre els equips i en definitiva, valors que van en detriment d’altres que si deurien d’estar presents com la cooperació de grup, la participació i l’esforç.

    Personalment, no estic d’acord amb aquests tipus de sessions a les classes d’Educació Física. Primer perquè no se li dona la importància i el sentit que realment té aquesta assignatura. Seguidament, sembla una contradicció fer “classes lliures” si nosaltres mateixos ens queixem de que l’EF necessita més hores per a poder donar tots els continguts i les Unitats Didàctiques pertinents. Segurament la majoria de professors que opten per aquest tipus de classes, habitualment no es senten motivats per l’assignatura i si els alumnes ho perceben no tindran predisposició i les classes no funcionaran.

    Com a conclusió i reflexió final, hem de ser nosaltres qui donem la importància que mereix aquesta assignatura i intentar que els nostres alumnes disfruten i aprenguen d’ella.

    Jose Manuel Perales Andani

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  24. En primer lugar, agradecer este tipo de entradas a la autora, puesto que me parece esencial el debate que surge de una situación cuotidiana y por tanto, la futura mejora docente que pueda surgir de la confluencia de opiniones.

    En mi caso, como la inmensa mayoría de mis compañeros, en el periodo de prácticas también asistí a días de deporte libre. En el caso de mi tutora, no tenía establecido por “decreto” un numero de días determinado como he leído de otros centros, pero me explicó que se guardaba una sesión al final de cada trimestre para este uso.

    En mi caso, me encuentro con una mezcla de sensaciones, puesto que no estoy para nada de acuerdo en utilizar nuestra asignatura para “jugar” sin ton ni son, puesto que para eso tienen el recreo o las actividades extraescolares, pero es inevitable observar la motivación que tiene para los alumnos este tipo de prácticas.

    Como comodín que las utilizaba mi tutora me parece que puede tener una calificación positiva, puesto que por ejemplo, en esas sesiones libres tenían que elegir entre un deporte de este trimestre en concreto, y mientras la clase lo practicaba, ella estaba presente, pero a la vez, examinaba de los conceptos técnicos de voleibol a los alumnos en parejas que por falta de tiempo no habían realizado el examen práctico en las sesiones anteriores, consistente en el toque de dedos, recepciones de antebrazo, remates, etc.

    Por tanto, mi opinión está como la de muchos de mis compañeros, en que tenemos que tener muy presente que ya de por si nuestra asignatura es percibida por parte de la sociedad como una de las de “poca carga educativa”, y corremos el riesgo si abusamos de este tipo de sesiones fomentar justamente lo contrario de lo que buscamos, que es que se le de el reconocimiento que merece la Educación Física, pero en el caso de que las utilicemos, sea como un recurso que nos ayude a realizar la programación didáctica anual a la vez que motivamos a los alumnos, pero siempre de manera esporádica.

    Pep Fuster. Grupo 1

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  25. Pienso que este es un tema que siempre ha dado mucho de qué hablar en el ámbito de la Educación Física, si bien es cierto que todo el mundo ha tenido los famosos “días libres” en sus clases de educación física, no quiere decir que esto sea bueno o malo.

    Ahora bien, yo me pongo del lado del que están muchos de mis compañeros, abusar de estos días es tirarse piedras sobre nuestro tejado, ya que nos estamos quejando de falta de horas, teniendo 5 bloques de contenidos y muchas unidades didácticas que enseñar y estamos “perdiendo en el tiempo” ofreciendo días libres a los alumnos. Y lo pongo entre comillas, porque también quiero resaltar que realmente si se utiliza de forma correcta no estamos perdiendo el tiempo. De forma correcta me refiero a lo que vienen comentando mis compañeros de al final de cada trimestre realizar un día libre, dando a elegir los deportes cursados durante ese trimestre, pienso que es una forma de ver si se han interiorizado bien estos contenidos y poder mejorar fallos. También es una forma de premiar a los niños/as e incentivarlos.

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  26. Interesante y complicado tema el de este post. Como se puede comprobar, todos queremos dar nuestro punto de vista a este tema tan extendido en las clases de Educación Física. Tanto yo como mis compañeros hemos vivido estas clases de deporte libre, ya sea como alumnos del instituto, o como profesores en prácticas.

    Como bien se ha explicado en comentarios anteriores, estoy a favor de mantener este tipo de sesiones siempre que tengan unos objetivos marcados. He leído que muchos decís que tenemos cinco bloques de contenidos y que con las dos horas semanales vamos justos de tiempo para ver todos ellos. Creo que en las sesiones de deporte libre siempre hay algunos contenidos que se trabajan, se ha con intención o no. Si incrementamos nuestra intención conseguiremos que los alumnos trabajen aquello que nosotros queramos en cualquier tipo de sesión. La clave de todo esto está en la implicación que tengamos los profesores con nuestra materia.

    Creo que dejar una última sesión en cada trimestre para que los alumnos escojan un deporte a practicar es una buena idea, y una buena forma de autoevaluarnos. Si los alumnos escogen una de las actividades físicas o deportes realizados durante el trimestre, es señal de que les hemos enseñado bien, y además se divierten practicándolo. Si por el contrario escogen otro deporte, deberíamos revisar nuestra metodología y unidades didácticas para seguir mejorando como docentes.

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  27. Resulta muy pertinente y positivo que se hable de estos temas en este blog, puesto que es algo que nos concierne y seguramente hemos podido vivir en múltiples ocasiones como alumnos y durante nuestra etapa de prácticas.

    Es por ello que no podremos negar que este tipo de sesiones, llevadas a cabo sin ningún control ni objetivo, tienen como consecuencia en muchas ocasiones una perdida de respeto hacia nuestra asignatura, llegando a exigir en muchas ocasiones por parte de los alumnos, que estas sesiones tengan un mayor protagonismo o incluso cuando desarrollarlas, lo que resulta alarmante y perjudicial.

    Considero que estas sesiones pueden ser positivas, siempre y cuando se planteen con objetivos y contenidos que posibiliten algún tipo de aprendizaje, favoreciendo que exista una relación con alguna de las unidades didácticas que hemos trabajado anteriormente, ya que estas sesiones, además de servir como forma de practicar libremente el deporte y organizarse ellos mismos de forma cooperativa, también permite afianzar los contenidos y conceptos tratados en anterioridad.

    Una de las experiencias más enriquecedoras y positivas que he podido vivenciar en este sentido, fue durante el periodo de prácticas de la carrera de Magisterio, donde pude ver sesiones “libres” dirigidas de forma eficiente y con objetivos claros y beneficiosos para los alumnos

    El profesor en cuestión, al principio de la sesión dejaba un material determinado a cada grupo (2-3 grupos) y les decía que pensaran juegos utilizando ese material y que jugaran hasta que él dijera, pudiendo realizar modificaciones durante el juego si veían que algo no les gustaba o podían mejorar, favoreciendo así en gran medida y de forma muy clara la CREATIVIDAD de los alumnos, algo muy importante y que debemos intentar desarrollar en todo momento que nos sea posible.

    Posteriormente, cambiaban y cada grupo jugaba al juego que habían pensado otros grupos y finalmente decían qué juego les había parecido mejor.

    Estas sesiones se realizaban en una o dos ocasiones como máximo por trimestre y en circunstancias y momentos que encajaban con la temporalización y aportaba beneficios a los alumnos y al desarrollo de las sesiones posteriores, cambiando los materiales en cuestión en cada una de las sesiones.

    Mi objetivo con esta aportación es mostrar algunas metodologías y actividades que podemos llevar a cabo en estas sesiones de una manera más provechosa y enriquecedora, favoreciendo así aprendizajes significativos mientras juegan y se divierten de forma cooperativa.

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  28. Como compañero de prácticas de Espe, decir que si es cierto lo que vivimos en las prácticas y en las que no nos sentimos muy identificados con ese tipo de práctica.

    Todos hemos vivido esto en el paso de todas las etapas educativas, pero como bien dicen el resto de compañeros, hacer deporte libre perjudica nuestra asignatura. Es cierto que en poco tiempo este tipo de metodología y también este tipo de profesorado a la que se debería hacer algún tipo de ITV para ser profesores acabará y se empezará a ser interesante desde todos los puntos de vista.

    Tenemos muchos bloques de contenidos los cuales necesitan su tiempo para poder acabar el curso escolar cursándolos adecuadamente como se merecen.

    Pablo Alfayate Bullón

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  29. Dentro de mi experiencia en las prácticas del máster, tengo que decir que esto no me ha pasado, ya que tenía un profesor que tenía planificadas todas las sesiones de educación física, y no se dejaba ni un día libre, cosa que me gustó y mucho de este profesional de la Educación física.
    Para completar el post, yo opino que un profesor de educación física, debe llevar toda la programación del curso organizada, de tal manera que no se deje ni una sesión por realizar, y si al final del curso, le sobra algún día suelto, sin ningún contenido que enseñar, entonces sí que puede realizar una sesión de juego libre, pero siempre supervisada por él y determinando unos límites dentro de la misma, es decir, él es el profesor y los alumnos deben saber qué tipo de materiales coger, cual es su uso, para que deporte pueden utilizarlo y cómo, y donde deben dejarlo después de utilizarlo, lo que viene siendo una organización dentro del aula.

    En resumen, un buen docente de la educación física debe tener todas las sesiones programadas y organizadas de tal manera que sus alumnos puedan ir guiados por éste sin que le falte ningún contenido por aplicar dentro del aula de educación física.
    David.

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  30. No coincido con gran parte del contenido aquí expuesto. En primer lugar, el hecho de practicar deporte libre contiene un grado de disfrute hedonístico que muy pocas asignaturas pueden ofrecer. El alumnado está en un constante proceso de aprendizaje, pero mientras no se abuse de la práctica del deporte libre (una vez por trimestre), no veo donde puede estar el problema.

    La autora del post hace un ejemplo con la asignatura de matemáticas, exponiendo "¿Os imagináis al profesor de matemáticas diciendo “hoy matemáticas libres”?". Esta práctica no solo se puede llevar a cabo, sino que puede resultar tremendamente divertida para el alumnado. Un día en el que el alumnado resuelve acertijos o enigmas relacionados con el cálculo, o el pensamiento razonado puede ser muy beneficioso, ya que puede mostrar una dimensión oculta de la asignatura que no se conoce, y que puede crear un gran interés de cara a desarrollar más contenidos en el futuro. Lo mismo puede ocurrir en otras asignaturas, como lengua castellana, llevando a cabo actividades de creación literaria libre, o recitando poemas, que hagan ver al alumnado la "belleza" del contenido académico cuando se emplea en un hábitat libre.

    El contenido de mi comentario está basado sobretodo en experiencias personales. En mi vida de estudiante en cursos de secundaria, se generaba un disfrute generalizado en toda la clase, cada vez que el docente nos animaba a crear o resolver problemas de manera libre, y trabajar el contenido de la signatura desde un punto de vista sin presión alguna.

    Veo la práctica del deporte libre de la misma manera. El alumnado puede desarrollar el contenido que desee, y practicar deporte sin ningún tipo de estrés por evaluaciones, o presiones añadidas. Pero me reitero cuando digo que no se ha de abusar de este tipo de prácticas, ya que como bien dice la autora, existen bloques de contenidos bien definidos que hemos de desarrollar de la mejor manera posible a lo largo del curso académico.

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  31. Primer que tot he de dir que estic d’acord amb el que diu l’autor d’esta entrada encara que en alguns casos no.

    Em pareix perfecte que no es faja esport lliure pels motius que ha donat ja que fer açò és una forma de menysprear la nostra assignatura quan tenim una gran quantitat de continguts en la que podem i deuríem treballar.

    Per altra part, també pense que tot allò que abusem és mal, és a dir, una cosa és fer cada mes un dia d’esport lliure i altra cosa és fer-ho alguna vegada. En la meua opinió, es podria fer l’esport lliure d’un altra forma en la que poguérem tindreu més controlat en la que els xiquets/es però dins de la unitat didàctica. Per exemple: posem que estem en una unitat didàctica de pilota valenciana en la que hem finalitzat durant l’últim trimestre. Després de fer tota la unitat didàctica, no hem pareix mal fer una classe en la que l’alumnat tinga un dia en el que poden jugar a raspall lliurement però seguint el reglament i tenint un control d’ells.

    Al final, el que vull dir es que cada mes els alumnes faixen un esport lliure no em pareix bé però fer-ho alguna vegada quan acabem el trimestre o alguna unitat didàctica i que vaja dirigida a algun tema que hem donat, no em pareix gens mal.

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  32. Aquest es un aspecte que em preocupa molt, ja que segueix existent en els centres escolars.

    Es una verdadera hipocresia demanar una dignificació de la nostra professió i de la nostra assignatura de Educació Física, si nosaltres no només no fem res per aixó, sinó que la perjudiquem con pràctiques que tenen poc de educatiu, les quals no perseguixen ningú objectiu i que en moltes ocasions es duen a terme per passotisme, deixadesa, etc.

    Tots nosaltres hem “patit” al professor de EF que la única ensenyança era la de a on estava el baló de futbol i el de basket, i que les classes eren d’un continu “esport lliure”. Vist des de la perspectiva de l’alumne, pot fins a agradar el realitzar cada dia el esport que es vullga, però vist des de el aspecte educatiu, es un verdader alifac que hi ha que eradicar del nostre dia a dia, per les següents raons:

    1. L’assignatura de EF té una sèrie de bloques de continguts que deuen ser tractats en les nostres classes.
    2. Es deu portar un control de les tasques esportives en les nostres classes, amb uns objectius marcats.
    3. Els alumnes perceben si el profesor está motivat i si s’il•lusiona pel que fa, d’aquesta manera es l’única forma que els alumnes tinguen una bona predisposició i les classes funcionen.

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