dimecres, 4 de maig del 2016

Entrenador de futbol para el partit per insults als xiquets.

Aquesta entrada es creada per compartir una noticia que parla sobre un fet que va ocórrer fa un parell de caps de setmana, on un entrenador d´un equip de futbol de benjamins a Alacant va para un partit on alguns xiquets estaven rebent insults per part “d´aficionats” des de la grada.
Un dels fets rellevants es que el equip d´aquest entrenador es jugava el títol a eixe partit, però això no va evitar que amenacés en suspendre el partit si eixos aficionats no abandonaven immediatament el recinte esportiu, fet que hagués privat al seu equip del títol de lliga.
M’agradaria dur a debat l´actuació de tots els implicats, ja no sols de l´entrenador, si no també dels aficionats, l’àrbitre que va afirmar no sentir cap insult des de la grada, etc.
Per últim, voldria llançar al aire una pregunta: fins quin punt es positiva la manera en la que els mitjans de comunicació han contat la història? Tant en la televisió com en la premsa escrita recalquen el fet de que l´equip que es jugava la lliga estava disposat a pedrer el títol si era necessari.
No es eixe el comportament lògic i cívic que tothom deuria de tindre per norma? Ens deu de sorprendre la possible renuncia a un títol de futbol d´un equip de benjamins per a guanyar la possibilitat de transmetre uns valors positius als nostres pupils esportius?


17 comentaris:

  1. En mi opinión, hoy en día, en muchas ocasiones, los medios para conseguir un fin no son importantes, es decir, se intenta conseguir éxitos (ya sean deportivos, personales, profesionales...) de la manera que sea. Lo material, muy a menudo está por encima de lo moral y, por eso, a esta noticia se le da mucha repercusión. La actuación del entrenador me parece encomiable, porque no todo el mundo habría actuado igual (habría que vernos a cada uno de nosotros en esa posición), aunque entiendo que en un mundo ideal, no habría hecho falta llegar a este extremo, simplemente porque no habría nadie insultando. Y ésto (los insultos, la violencia) es algo muy recurrente en el fútbol, en todos los ámbitos, aunque , bajo mi punto de vista, extremadamente grave en el nivel base.

    En cuanto a las actuaciones de los distintos actores, la del entrenador ya la he comentado, la del árbitro me parece, leyendo el artículo, que es muy posible que no oyera nada, ya que si está concentrado en el juego (un partido importante), los sentidos no captan todo lo que pasa alrededor. El público sí que pienso que podría haber intervenido para evitar esa situación, pero tampoco puedo juzgar correctamente, porque el artículo no da muchos detalles.

    Para finalizar me gustaría decir que, aunque es verdad que esta actuación debería ser lo normal, pienso que está bien que salga en los medios, por un lado, porque contrasta con las noticias pesimistas que normalmente aparecen y, por otro lado, porque la gente puede contagiarse de estas buenas acciones y denunciar injusticias que encuentre en su vida. En el ámbito educativo creo que estaría bien mostrar una noticia así en clase, para que los alumnos puedan comentar estas actuaciones, si es posible, que puedan hacer como el entrenador si se encuentran en una situación parecida.

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  2. Comenzar diciendo que me parece una noticia muy interesante, que seguro dará mucho que hablar en el mundo del fútbol. Es digno de admirar el comportamiento que tuvo este entrenador, poniéndose en la piel del niño que jugaba en el equipo rival, cuando posiblemente otros lo hubieran visto como un problema ajeno o irrelevante.

    El fútbol se ha convertido en uno de los deportes más mediáticos (si no el que más) en nuestra sociedad actual, llegando a generar intereses muy diversos que, en muchas ocasiones, el último aspecto que valoran es la deportividad y el respeto. En este sentido, cada vez son más los medios de comunicación que están sacando provecho de la “pasión” que muchísimos aficionados sienten, ya no por el deporte, sino “por sus equipos”. El problema está en que, al final, muchas actitudes y comportamientos intolerables se acaban aceptando. Para muchos, el mundo gira en torno al fútbol, cuando hay otras cosas más importantes por las que preocuparse, empezando por cuestionarse los propios comportamientos. Personalmente no tengo nada en contra de este deporte, pero me da la sensación de que la expresión romana de “pan y circo” se podría emplear hoy como “pan y fútbol”, por lo que hay que ser conscientes de ello.

    Precisamente, desde la educación física escolar, maestros y profesores tienen la oportunidad de inculcar una mentalidad distinta en niños y jóvenes. No es tarea fácil, porque la escuela es sólo una pequeña parte en el proceso de socialización y educación de las personas, pero las posibilidades que nos brinda la educación física son únicas para el tratamiento de valores asociados a la práctica físico-deportiva. En esta línea, creo que es importante que el fútbol y otros deportes tan conocidos se enseñen de una forma más global, teniendo en cuenta no sólo a los jugadores, sino también a otros agentes implicados en la práctica profesional: árbitros, entrenadores, aficionados… De esta forma podremos conseguir un mayor conocimiento del deporte por parte de los alumnos, y despertar la conciencia crítica respecto a algunas ideologías imperantes relacionadas en la actualidad.

    En la unidad didáctica que diseñe y llevé a cabo en el centro de prácticas, los alumnos aprendieron sobre otro deporte de equipo, el balonmano, mediante aprendizaje cooperativo. Esta metodología me permitió establecer roles dentro de los grupos de trabajo, en los que cooperaban jugadores con entrenadores y árbitros. De esta forma, los alumnos aprenden más cosas, porque no sólo se involucran en la ejecución de acciones técnico-tácticas propias del balonmano, sino que realizan labores de dirección del juego, y de supervisión y control de las normas del mismo. Esta metodología permite dar mayor autonomía y responsabilidad al alumnado, lo que hace más significativo el aprendizaje de estos, y el profesor puede estar más pendiente de observar las distintas realidades que se den en el transcurso de las clases, lo que permitirá detectar más fácilmente algunos problemas personales similares al caso del niño que protagoniza la noticia que acabamos de leer.

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  3. Encara que siga una notícia un poc trista, (pel fet de que a l'esport passen aquestes coses) crec que és necessari com a docents traure-li suc per poder debatre aquest fet, que com cada diumenge passa als nostres poliesportius o camps de futbol.

    En primer lloc m'agradaria dir la meua relació amb aquest esport, ni més ni menys que m'he recorregut tota el País Valencià jugant a futbol en els quasi 22 anys que ha durat la meva carrera, que per cert va acabar el passat estiu. I si, de primeres puc dir que aquestos fets ocorreixen, siguen nens més grans, més menuts o ja amateurs.

    Crec que tot bé pel món en el que està enfoscat el futbol, on pots anar un dia al mestalla i adonar-te com el pare crida a l'arbit amb insults i el seu fill esta assegut al costat observant en què es va a convertir de major.

    Però ja endinsant-nos en la notícia, crec que el comportament de l'entrenador és magnífic, el primer de tot no és guanyar, sinó l'educació dels nostres fills i així és com la majoria d'entrenadors haurien de fer. però clar, ja des de ben menut, com deia un entrenador meu: "hay que ganar por lo civil o por lo criminal!" , doncs se'ls inculca cap a aquestes pràctiques competitives.

    Respecte a l'arbritre i com diu el meu company Jesús, pot ser no s'adonara, ja que tots sabem la gran tasca d'un arbrire i la concentració que necessita, ja que si s'equivoca.. tots sabem les consequències que pot tenir per part del públic.

    Aleshores i relacionant amb la nostra tasca com a professors, dir que tenim un gran repte per davant, ja que ens trobarem molts nens amb aquest esperit guanyador, i faran tot allò possible per arribar-hi a la seua meta, per tant haurem d'educacar-los bé amb mètodes i propostes que impliquen una crítica i consienciació màxima sobre aquests fets.

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  4. En mi opinión, y por mi experiencia, ya que llevo jugando en el futbol de la Comunidad Valenciana 20 años y 7 como entrenador, esto es algo que ocurre prácticamente día a día, igual no tanto en estas categorías más bajas, pero si en lo que es futbol 11. Yo creo que es un problema de cultura y de la sociedad, muchos hemos visto a cada padre con su hijo al lado insultar en un campo de futbol al árbitro o a los jugadores del equipo rival, ya sea en partidos de primera división o de categorías benjamines. Este problema, creo que todos los clubes lo habrán vivenciado, la diferencia es que el entrenador se paró y se enfrentó a la gente que estaba insultándole. Por suerte, yo no es el único comportamiento que he visto así en todos mis años viendo futbol, aún existe gente que no solo piensa en ganar, piensa en educar.
    ¿Dónde está el problema? Para mí, gran parte de la culpa la tienen los padres/madres que acuden a ver a sus hijos, ya que esos insultos pueden ir enfocados al árbitro (mucho más recurrente) al equipo rival o al mismo entrenador (el culpable de que su hijo no sea una estrella). ¿De qué sirve educar en casa, si luego cuando sales de ella el ejemplo que das es este?
    Desde mi opinión, tanto como entrenador y como profesor de educación física, nadie nos tiene que desviar del objetivo claro del deporte, y mucho menos a estas edades, la educación, la comunicación con los demás niños, aprender unas normas, unas responsabilidades, disfrutar jugando, en definitiva, el deporte a la edad de futbol base se tiene que centrar mucho más en saber respetar a un compañero que en saber tirar una falta. Y en educación física, el objetivo es similar, debemos de inculcar unos hábitos que luego ellos lo extrapolen a su vida diaria, muchos de los comportamientos que se pueden suceder (como que le digan, tu no juegues porque eres muy malo, no se la pases a él porque no sabe, etc.) también es insultar, también es hacer un menosprecio a la otra persona, y eso, en el día de mañana, puede hacer que una persona no sepa disfrutar del deporte por no haber parado este tipo de comportamientos.

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  5. Personalment veig el futbol base com un esport en què els xiquets i adolescents realitzen una activitat física, aprenen a socialitzar-se, descobrixen la importància del treball en equip i desenrotllen una sèrie de valors ètics. També, per descomptat, aprenen la tècnica i tàctica del futbol per a millorar en les destreses pròpies d'aquest esport.

    No obstant això, en l'actualitat, el futbol base sols es centra en aspectes merament competitius i econòmics, d'ací les conseqüències. Els agents fonamentals en aquest món passen per ser els entrenadors, que donen la formació directa, i els familiars, que acompanyen els xavals tant en els entrenaments com als partits. Són estos els principals responsables de garantir l'èxit d'una formació per a aconseguir un satisfactori desenrotllament dels jugadors al llarg de la seua etapa esportiva.

    La realitat és que esta formació ha fracassat per aquestes tres raons:

    - Diariament els jóvens futbolistes són sotmesos a una gran pressió pels seus entrenadors i, especialment, pels seus familiars.
    - Exaltació de l'èxit i la poca ajuda davant el fracàs esportiu.
    - Els insults, amenaces i agressions físiques que patixen els àrbitres en la majoria dels partits de futbol base.

    D'una banda, entrenadors que se centren a pressionar als seus jugadors tractant de guanyar els partits sense pensar a repartir els minuts entre tots els xavals o deixar-los simplement que es divertisquen i passen una agradable jornada. Pressionant a l'àrbitre quan creuen que una decisió no és correcta, sense importar que en eixa discussió, habitualment amb mals modes, sempre hi ha menors d'edat en formació presents.

    D'un altre, uns familiars que pareixen veure en estos xiquets als Messi i Cristianos del futur, i que només l'entrenador o l'àrbitre els separa d'eixe somni. Capaços d'insultar, amenaçar o entrar al terreny de joc a agredir l'àrbitre sense reflexionar l'exemple que estan donant i les greus conseqüències per a estos xiquets i, òbviament, per als àrbitres.

    Finalment a aquestos entrenadors els demanem que no anteposen mai la competitivitat a la formació dels seus jugadors, que sempre pensen en l'exemple que són per a estos xics i que tinguen més empatia per la labor d'uns àrbitres que, en molts casos, també són àrbitres en formació. Als familiars els demanem que si volen èxit en la vida siguen ells els que se sacrifiquen i no tracten d'aconseguir objectius per mitjà dels seus fills. Si apuntes el teu fill al futbol, que siga per a divertir-se i no per a guanyar.

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  6. Comparto la opinión de los comentarios de mis compañeros, pero creo que dejan escapar un aspecto muy relevante relacionado con la noticia de esta entrada.

    Estas actitudes y malos comportamientos pueden venir propiciados tanto por la actitud del entrenador, de los jugadores o de las familias. Creo que con solo mejorar la gestión y metodologías de los clubes de fútbol se puede erradicar de gran manera esta problemática. A menudo, he visto a personas poco preparadas dirigiendo y coordinando los clubes deportivos, sobretodo en el fútbol. Si las personas que ocupan estos cargos están capacitadas para ello, se minimizan todos estos problemas. Si se establece un régimen interno de club, con una metodología educativa adecuada, los entrenadores como los jugadores se encontrarían bajo las directrices de una formación deportiva apropiada.

    En cuanto a las actuaciones y actitudes de las familias y los aficionados en los recintos del fútbol base, el régimen interno del club tiene que dar respuesta a esta problemática, para que se mantengan los valores adecuados en los entrenamientos y los partidos de fútbol por parte de este sector.

    Toda esta opinión está basada en mi experiencia profesional en este ámbito. El año pasado trabajé en un club donde todos estos aspectos los tenían muy claros, y los problemas actitudinales con los entrenadores, jugadores y padres eran escasos.

    En conclusión, creo que la profesionalidad a la hora de coordinador un club deportivo es el aspecto más importante para reducir las malas conductas en el futbol base.

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  7. Em resulta molt trist que coses d’este estil passen encara hui dia als camps de futbol. Per una banda i responent a la teua pregunta, Pep, crec que com bé has dit al post, el fet de que un equip es jugara la lliga en eixe partit no és el que deuria de fer que l’entrenador donara la cara i defenguera al jugador.

    Aquest comportament de este tipus de persones (em refereixc a l’entrenador) hauria de ser sempre, però com bé tots sabem els mitjans de comunicació busquen més enllà, el morbo que crea la notícia que diu que: Fins i tot hagueren perdut la lliga que taaaant els ha costat d’aconseguir retirant-se del partit si els insults no cessaven (per a que veieu que l’entrenador no va de farol...) en fi, crec que és una estratègia dels mitjans Pep.

    Per altra banda, jo pertany a un equip de futbol de la comarca del camp de Túria, en concret al Ribarroja C.F. i junt al director de l’escola sempre hem pensat que les lligues son els principals problemes que porten a aquests tipus de comportaments.

    Pares insultant a àrbitres, avis dient que l’entrenador és un burro, uns pares criticant a esquenes als altres xiquets, i un llarg etc. I per què passa açò? Doncs perquè la competició et porta a que ha de guanyar el millor, a que el més fluix ha d’apartar-se per a que el més fort dóne la cara. I tot açò està alimentat per la federació, per la lliga, per la competició.

    Jo crec baix el meu punt de vista que s’hauria de fer com en la categoria querubí. En eixa categoria els equips juguen contra ells totes les setmanes en un calendari establert, però ningú s’encarrega de la classificació. Per tant, tu saps que un equip pot ser millor que tu en el cas de que te guanye, però no estàs pendent de si te poses a dos punts d’ell en cas de guanyar el partit o de si eres campió de lliga si guanyes l’encontre (evidentment, el querubí va a banda de federació).

    Esta és la trista realitat del futbol base hui dia, i dubte molt que vaja a millor... perquè se’ns està anant el tema de les mans i no porta molt bon camí. Simplement m’agradaria dur als meus companys a una reflexió, i si puguera ser que n’opinaren sobre el tema, és molt interesant i tots els caps de setmanes te’ls pots trobar en qualsevol camp.

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  8. En el proceso de socialización de los deportistas se encuentran implícitos diferentes valores, los cuales pueden ser más o menos potenciados dependiendo, en gran medida, de la orientación que adopten las asociaciones y organizaciones deportivas. La infancia se encuentra inmersa en un mundo deportivizado intrínsecamente bueno, pero en realidad algunas de las formas deportivas de hoy presentan contradicciones con los fines que teóricamente proponen. La necesidad que tienen los clubes de la obtención de medallas es uno de los pensamientos que impiden reconducir un deporte que esté condicionalmente al servicio de una infancia y no viceversa.

    Es evidente que cada día son más frecuentes las prácticas deportivas que se olvidan de los valores positivos y se centran en resaltar la vanidad personal, el deseo codicioso de victoria, la intolerancia, el odio a los rivales, y otros aspectos sobradamente conocidos. Ante todas ellas, podemos preguntarnos quién es el responsable de estas conductas antideportivas, y la respuesta es múltiple. Habría que comenzar por los propios deportistas, los técnicos (tanto directores como entrenadores), las entidades y organizaciones deportivas, las autoridades públicas, los árbitros y jueces, los médicos y sanitarios que asisten a los deportistas, los padres de los deportistas, los espectadores de los eventos deportivos y los medios de comunicación.

    No cabe duda de que, en torno al deporte, se viene planeando actualmente una importante controversia. Así, mientras por un lado se defiende que el deporte promueve conductas deseables, por otro se pone de relieve que la lucha por el éxito y el triunfo ha corrompido los más nobles ideales del juego limpio y el espíritu de la deportividad. A la vez que nos encontramos padres y entrenadores que se esfuerzan por extender las manifestaciones del juego limpio y la deportividad, otro, por el contrario, consideran que el deporte es así y que lo único que hace es mostrar los valores dominantes en cada sociedad, llegando a considerar faltas al comportamiento ético como una parte más de la estrategia de juego.

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  9. Primero de todo agradecer que se haya expuesto este tema en el blog de la asignatura, ya que creo que es bastante polémico y es una realidad dentro del futbol base.

    Tengo que comenzar diciendo que me entristece profundamente que sea noticia que un entrenador se plante ante insultos a un jugador del equipo contrario. Estamos inmersos en una cultura y concebimos como normal los insultos a árbitros, jugadores rivales e incluso jugadores del propio equipo. El fanatismo que hay en el futbol ha llegado a límites inaguantables, esta noticia no tendría que ser un hecho destacado sino un hecho normalizado. Lo que debería ser noticia son los insultos y no que el entrenador diga que el público pare de insultar a un niño.

    Toda esta cultura de no respeto y acoso del rival solo tiene un remedio, inculcar desde niños a los jugadores los valores del respeto, solidaridad y compañerismo del deporte. Es objetivo prioritario para los entrenadores de base educar en valores a sus niños y niñas para que en un futuro sigan el ejemplo y respeten el futbol como lo que es, un deporte más. Si los jóvenes no son educados en valores y se les inculca la mentalidad de pisotear y superar al rival por todos los medios disponibles, estaremos cultivando un futuro de aficionados fanáticos.

    Otro de los problemas del futbol son los padres que muestran una actitud que a los jóvenes no ayuda, exigiendo únicamente la victoria por encima de todo y sin importarles que valores educativos están asumiendo sus hijos.

    También hay que tener claro el intrusismo profesional que hay en los clubes de futbol, donde personas sin titulación están siendo responsables de la educación deportiva de los más jóvenes.

    Como muestra de una actitud correcta y en la que hay que fijarse desde los entrenamientos de base, podemos ver en el vídeo al final de este comentario del documental de L’equip Petit. Son niños que disfrutan jugando y que no les importa el resultado, se divierten lo pasan genial y se empapan de todos los valores deportivos como el compañerismo. Además los padres tienen una actitud muy buena respecto al comportamiento de sus hijos.

    https://youtu.be/76FEWcyFCwM

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  10. Este post me parece muy adecuado, ya que en el máster muchos de nosotros somos entrenadores y monitores. Es por ello que ver este tipo de acciones y clubs que trabajan de una forma tan positiva para los niños y les ayuda a aprender valores, jugando a futbol y practicando deporte, es algo que debería hacernos recapacitar y pensar si estamos haciendo todo lo que podemos para evitar que se den este tipo de circunstancias y conductas por parte del publico asistente a los partidos, sobre todo de futbol, y aunque parezca mentira, en la mayoría de las ocasiones por parte de los propios padres.

    En la mayoría de las ocasiones el publico dirige insultos hacia el arbitro o incluso hacia el entrenador en estas edades tempranas, quedando a la vista y presencia de los niños, algo que resulta muy agresivo y perjudicial para ellos.

    Esta en nuestras manos tomar medidas que ayuden a que estos comportamientos y conductas desaparezcan del mundo deportivo y cualquiera de los entornos cercanos al niño.

    En mi opinión, es trabajo de los clubs y escuelas deportivas inculcar, al igual que el equipo San Blas muestra y explica en esta noticia, valores y una buena educación antes que cualquier aspecto deportivo, ya que estamos trabajando con niños, los cuales tienen como principal finalidad divertirse jugando a futbol. No deberíamos ser demasiado exigentes con ellos en estas edades ni llegar a marcar objetivos deportivos demasiado altos, que supongan una presión que dificulte la diversión mientras practican deporte, puesto que en este momento dejará de tener sentido esta práctica de deporte y además es posible que resulte contraproducente y perjudicial psicológicamente para los niños.

    Por lo tanto, dejamos claro nuestra postura y creencia en la obligatoriedad que tenemos todos, incluyendo a familias, entrenadores, directivos y público en general, de penalizar y castigar las conductas que sean perjudiciales y ofensivas, independientemente de a quién vayan dirigidas, en cualquier momento de las practicas deportivas de los niños, las cuales tienen como principal y única finalidad divertirse aprendiendo y practicando el deporte que más les gusta.

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  11. Me gustaría empezar resaltando la importancia de este video/post, ya que esto es el día a día de cualquier equipo de cualquier deporte que sea de equipos y de oposición y contacto.
    En mi opinión, me gustaría decir que el futbol base no debería dejar mostrar este comportamiento por parte de los familiares/aficionados de los diferentes equipos, ya que pienso que el futbol base debería enseñar aspectos éticos y sobretodo aspectos sociales dirigidos hacia los jugadores, ya que el deporte en cuestión ejerce de socializador hacia sus practicantes. Lo que quiero decir con esto, es que me ha parecido muy fuerte la actuación de los aficionados del otro equipo insultando a los niños de seis o 7 años, ya que esa no es la educación que debe darse dentro de este deporte, el cual es el más importante en nuestro país y cosas como estas ensucian su nombre.

    El papel del entrenador que ha parado el partido por insultos a sus jugadores, me parece envidiable, porque ha tenido lo que hay que tener para plantar cara de una manera respetuosa (no como la de los aficionados) a aquellas personas que no lo estaban haciendo bien, además de que ha antepuesto los valore éticos del deporte por encima de los bienes materiales, como podría ser el ganar un título de liga. El entrenador ha actuado de una manera ejemplar y deberíamos darle mayor difusión a este tipo de actuaciones, porque estas cosas hacen que nos demos cuenta de lo que realmente está pasando en todos los terrenos de juego de nuestro país y fuera de éste.

    En resumen, el deporte debería enseñar tanto a jugadores como a aficionados a tener el respeto suficiente por el rival, de tal manera que todo fuera más agradable para todos.
    David.

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  12. Me gustaría comentar este post desde la perspectiva de árbitro que soy de balonmano. Recientemente un compañero mío sufrió una terrible agresión en un partido senior por parte de un jugador. Este incidente rápidamente se viralizó gracias a las redes sociales y a los medios de comunicación que acudieron como buitres a la carnaza.
    Como árbitro de categorías base he vivenciado en numerosas ocasiones los comportamientos detestables de aficionados, directivos y demás asistentes a estos partidos. Sin ir más lejos, hoy a concluido el Campeonato de España de categoría Juvenil Femenina que se ha disputado en Sagunto. Durante los 5 días que he asistido a los partidos he oído a padres alentar a sus hijas a “darle duro” a sus rivales, “lanzar a la cara” a las porteras e incluso llamar “cuentista” a una niña que acababa de lesionarse gravemente al fracturase el peroné en un desafortunado lance del partido.
    Semana tras semana me pregunto como sigo participando de este “circo” en el que se está convirtiendo el deporte de base. En mi opinión no debería ser noticia que un entrenador o árbitro detenga un partido por conductas antideportivas fuera del terreno de juego, eso debería quedar fuera de lugar porque todos deberíamos ser personas civilizadas y percibir el deporte base como un elemento de aprendizaje y diversión de nuestros niñ@s y adolescentes.
    Nuestro querido deporte rey es el escaparate de todo aquello que imitamos, desde la moda deportiva, el estilismo hasta las actitudes que tenemos en nuestro día a día. Nuestros jóvenes toman este ejemplo como el correcto a seguir y si sus ídolos tienen actitudes deplorables ellos las imitan porque los medios de comunicación las venden como ideales en lugar de mostrar lo lastimeras que son.

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  13. Es un ejemplo que muchos entrenadores y también árbitros deberían seguir, intentando al menos frenar ciertas acciones tanto verbales como físicas muy agresivas.

    La actividad deportiva constituye una de las actividades humanas más características de nuestro tiempo. El deporte constituye uno de los fenómenos sociales y culturales más importantes el nuevo milenio. De ahí que el sentido actual del deporte alcance múltiples dimensiones comunicativas. La relación entre el deporte y la comunicación se han convertido en una especie de dependencia mutua donde ambas partes requieren de la otra un porcentaje muy alto para poder sobrevivir.

    Por ello, podemos llegar a la conclusión que la causa de todo ello, el máximo culpable de la adquisición de la imagen que tenemos hacia el fútbol, de los comportamientos que lo rodean, de las acciones típicas, del vocabulario utilizado, son los medios de comunicación, concretamente la televisión.

    La enseñanza del deporte base debería perseguir la transmisión de valores educativos. En este sentido, los padres son un agente psicosocial clave en el deporte base e iniciación, quizá el más poderoso con respecto a la distancia y el vínculo que mantiene con el niño en su actividad deportiva y fuera de ella. La actitud del mismo puede ser determinante para lograr una práctica regular y constante de sus hijos, siendo además clave en la continuidad o no del niño en el deporte. Los padres mantienen una importante participación en la creación de ciertos comportamientos en la práctica deportiva de sus hijos. A través de la relación e interacción que sustentan con ellos, actúan como modelos y modeladores de conductas y actitudes, determinados por el carácter que demuestran en algunas instancias, las cuales pueden ser de refuerzo o castigo hacia el deportista. Es decir, puede ser un orientador y un elemento motivador, o un factor de presión y exigencia, provocando así la desmotivación.

    Como bien podemos observar en uno de los trabajos dedicados a éste ámbito, la conclusión final a la que llegaos es que así como los adultos afectan en cierta medida a la sociedad, la sociedad a su vez, produce en ellos determinados patrones de comportamiento, que podrán ser negativos o positivos dependiendo de las circunstancias que se transiten. En este caso, el futbol infantil, puede ser un espacio en el que los padres manifiestan y descargan las frustraciones creadas por la sociedad. Como lo demuestran las situaciones postuladas sobre el futbol infantil, es evidente el importante papel que juegan los padres en el deporte infantil. Donde en ciertas ocasiones se elaboran estrategias o programas como medidas para prevenir posibles inconvenientes a la hora de la actividad deportiva por parte de los padres.

    Referencia:
    Romitti, M. O. L. TRABAJO FINAL DE GRADO “La Participación de los padres en el Deporte Base e Iniciación: Algunas consideraciones en el Futbol Infantil Uruguayo”.

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  14. Me gustaría ensalzar la inclusión de este post, porque, como han dicho muchos de mis compañeros que han comentado, este problema es una realidad semana tras semana en los campos de fútbol de toda España, y lo será también en el mundo.

    En mi opinión el problema puede ser motivado por muchos factores. Por un lado, creo que tiene una gran parte de culpa la educación familiar, ya que la persona que hace esto no tiene la suficiente moralidad y sentido común.

    Por otra parte, creo que este problema también podría abortarse tratándolo desde una perspectiva más constructivista desde los medios de comunicación. Así pues, como bien resaltaba el autor del post, no deberían de reivindicar la sorpresa del hecho de que el entrenador parase el partido con el riesgo de perder la liga, ya que debería hacerse en cualquier caso algo así.

    Por último, bajo mi punto de vista, y coincidiendo con mi compañero Antonio, también creo que se podrían reducir este tipo de hechos a través de la gestión de los clubes, de manera que se inculcaran valores deportivos de muchas maneras y aboliendo fulminantemente todo acto que vaya en contra de la deportividad, y más tratándose de fútbol base, que es un deporte de formación y que además de futbolistas deberías formar personas.

    Todo esto lo opino sirviéndome de mi experiencia como entrenador de un equipo de fútbol base que considero sí transmite todos estos valores antes mencionados, y también hablando desde mi experiencia como árbitro (unos años atrás) y como jugador.

    Por último, en cuanto al papel del árbitro, creo que se pudo dar la circunstancia de que no escuchara nada externo o directamente que sí lo hiciera pero no reaccionara por temor a posibles reacciones y consecuencias, ya que tratándose de personas que insultan a niños no es difícil imaginar hasta que punto pueden llegar. Pero este ya es otro tema.

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  15. Destaco al igual que mis compañeros lo interesante que es esta noticia, un hecho que por desgracia no es aislado en el mundo del futbol, y sobre el cual hemos oído hablar en alguna ocasión más.
    Como entrenador de futbol base en un equipo alevín, tengo que reconocer que la decisión que tomó el entrenador del que hablan en la noticia es más que admirable, y estoy seguro que si alguna vez tuviera la desgracia de presenciar algo así con mi equipo, actuaría de una manera muy similar.
    Desde hace 3 años que estoy trabajando con niños siempre he defendido al deporte como un potenciador enorme para la adquisición de valores que son casi imposibles de trabajar y de inculcar a los niños a través de cualquier otro ámbito. Es por ello que siempre que me planteo los objetivos a principio de temporada, la consecución de una serie de aspectos educativos siempre está por encima de los deportivos, ya que considero que si somos capaces de crear un ambiente sano, de respeto, de trabajo en equipo, de ayuda al compañero, etc., lograremos alcanzar más victorias y logros que yendo por el otro camino, un camino que puede provocar que nuestros niños acaben por convertirse en ese tipo de “aficionados” (por llamarlos de alguna manera) que leemos en la noticia y que no hacen más que manchar la imagen de este deporte.
    Creo que desde nuestra posición de entrenadores, ya que muchos de aquí lo somos, tenemos la ocasión de colaborar de una manera fundamental a la formación de personas, y con actos como el de este entrenador, seguro que logramos concienciar tanto a nuestros jugadores, como a sus padres, como a los aficionados que se encuentren en el campo viendo los partidos del fin de semana.

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  16. En primer lugar, me gustaría agradecer a Pepe la publicación de esta noticia en el post. Sin duda, creo que abrirá un gran debate más allá del Blog e invitará a la reflexión a más gente que a los “futboleros”.

    En España, “todos el mundo es experto en fútbol”, todos son especialistas en situaciones tácticas y todos creen conocer las mejores técnicas para impulsar un equipo al estrellato. Solo cabe acercarse un domingo por la mañana a un campo de fútbol para ver un partido de cualquier categoría inferior (de pequeños o amateurs) y ver a todos los padres y espectadores, dando órdenes a los niños, árbitro, entrenador… nadie se salva. En el peor de los casos se llega a los insultos, incluso a las manos. Incluso en ocasiones extremas, se llega a llamar a la policía para que el árbitro o el equipo amenazado, salgan escoltados del campo. Y esto, no ocurre solo en primera división, sino que hablamos de equipos locales. Desde mi punto de vista, estas situaciones son vergonzosas e inadmisibles. ¿Donde han quedado los valores de respeto en el juego? ¿De qué manera se está transmitiendo a los niños el disfrute por el deporte, sin quitar de lado el posible rendimiento?

    Sin duda, el comportamiento de este entrenador es digno de aplauso y reconocimiento. Ninguna situación debe desviar a los entrenadores y profesores a alcanzar sus objetivos docentes. Sobretodo en edades tempranas, la transmisión de un aprendizaje cooperativo y respetuoso es la clave del éxito.

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  17. La verdad que el post de mi compañero Pep es muy procedente. Fin de semana sí y fin de semana también, encontramos tristemente como esta situación se repite de manera continua.

    Es deber de todos nosotros, además de profesores, entrenadores en muchos casos, educar en cultura del deporte y cultura del esfuerzo, lo que no es equivalente a ganar siempre. Verdaderamente, una de las frases que recuerdo de uno de mis profesores de Educación Física en primaria es la siguiente: “Lo importante es divertirse, y yo me divierto más cuando gano”. No deja de ser verdad el contenido de la misma, sin embargo, como venimos comentando, no se puede inculcar a los más pequeños esta idea. En primer lugar han de estar los valores, la educación y sobre todo el respeto que todos merecen en la práctica de cualquier deporte.

    Es muy triste ver como suceden este tipo de actos en eventos deportivos, en los que los damnificados son los niños, que desde pequeños ven situaciones de violencia. Vuelvo a remitir que no hay que dejar de ser competitivos, pero como todo en la vida, esta competición ha de irse introduciendo gradualmente. Quizás en etapas mucho más avanzadas como a partir de juveniles, ya se puede exigir cierto nivel competitivo pero no antes, dónde deben primar los valores y la educación.
    A propósito del post, cabe mencionar otra triste situación que se vive en muchos campos de fútbol. Derrotas por más de 15 goles, equipos abatidos en los que los niños pierden la ilusión por el hecho de verse impotentes ante un equipo plagado de jugadores escogidos a dedo. Con esto me refiero que, hasta ciertas categorías como pueda ser cadetes, el sistema de fichajes por parte de las federaciones debería cambiar. Fomentar la competición entre iguales, dejando a aquellos jugadores que más destaquen en sus propios clubs, y no juntando a todos en cuatro o cinco. Esto no sólo favorece a los mejores (Se acostumbran a competir todos los fines de semana ya que no cuentan con el equipazo que ganará de calle), sino también al resto de compañeros que siempre tendrán la opción de competir contra cualquier rival. Pueden desarrollarse programas de entrenamiento paralelos para aquellos que más destaquen pues no se pretende que no lleguen a la élite, sino al revés, acostumbrarlos a competir con cualquier rival. Y quizás a partir de la categoría cadete, seleccionar a estos jugadores por nivel y distribuirlos en todos los equipos de manera equitativa y por niveles, de manera que todos tengan cabida en este deporte y ninguno pierda la ilusión ni la competitividad.

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